By VALESKA CAMPOS OLIVERA Y FELIPE GALLARDO VARGAS
La escritura es fundamental en el éxito académico de los estudiantes de educación superior, por lo que se espera que esta habilidad se desarrolle a lo largo de su formación, obteniendo como resultado discursos coherentes después de su proceso de planificación, textualización y revisión. El siguiente artículo tiene como objetivo representar una propuesta didáctica capaz de promover las habilidades de escritura en los cadetes de la Escuela Naval, a partir de un enfoque de proceso.
Writing is critical in the academic success of higher education students, so it is expected that this skill is developed throughout their education process, resulting in consistent speeches after their planning, textualization and revision process. This article, from a process approach, presents a didactic proposal capable of promoting writing skills in cadets of the Naval Academy.
No cabe duda de que la escritura es un proceso sumamente complejo de llevar a cabo, puesto que mide habilidades de nivel superior a las cuales los estudiantes universitarios muchas veces no se han visto enfrentados. Para algunos autores como Vigotski (1973), la lectura y la escritura organizan procesos cognitivos superiores. Esto quiere decir que el propio estudiante es quien debe controlar sus operaciones mentales, organizando las ideas para lograr construir secuencias lingüísticas – discursivas que cumplan tanto con las reglas gramaticales y ortográficas, como con la sintaxis correcta. Lo anterior pareciese una misión casi imposible de lograr al momento de enfrentarse a un discurso escrito en el ámbito académico. Sin embargo, Cassany (1993) afirma que para tener éxito en el desarrollo de esta habilidad se debe enfatizar el proceso de escritura más que el resultado, ya que si se realiza de forma correcta, es decir, si se planifica, se textualiza y se revisa, el resultado cumplirá con las expectativas que el área disciplinar requiera.
La escritura como proceso
Las nuevas tecnologías y el fácil acceso a la información han influido en la actividad redactora de los estudiantes de educación superior. Actividades como “cortar y pegar” se han normalizado a tal punto que ya no existe un cuestionamiento con respecto a “cómo se escribe”, “qué se escribe”, “de dónde se obtienen las referencias”, y más importante aún, cuál es el sentido del discurso. Según Ridao (2010), la fugacidad de lo que se transmite ha sido el costo que se ha pagado con la inmediatez de información a la cual los jóvenes se han visto expuestos, trayendo como consecuencia textos sin un propósito claro, con ideas inconexas y faltas de ortografía que interfieren en la intención de este.
En el contexto actual y con el fin de subsanar las dificultades que se presentan al momento de escribir, se han diseñado diversas propuestas didácticas cuya finalidad es evaluar el plan de escritura propuesto antes de su ejecución. Es decir, se han elaborado una serie de actividades que permiten que el estudiante se haga consciente del proceso que realiza al momento de redactar un discurso. En esta línea, Carlino y Santana (1996) proponen que al escribir es importante planificar y revisar, siendo estas dos operaciones parte de la esencia de un texto. Sin embargo, tradicionalmente se ha pensado que un escrito es solo el acabado final, dejando de lado el trabajo previo que se realizó para llegar a su concreción. Para Cassany (1993), aunque el proceso de escritura sea largo y muchas veces tedioso, nuestra cultura solo valora, publica o difunde el producto terminado. Cuando se lee algo acabado, el estudiante no suele cuestionar cuáles fueron los pasos para llegar a su versión final, lo que se replica posteriormente en su propio proceso escritural. Esta dificultad es transversal en todos los alumnos de educación superior, transformándose en el dolor de cabeza de los jóvenes que ingresan a la universidad, sobre todo en el campo de las Ciencias Sociales (Pérez, 2007).
Por otra parte, para Acosta y Martínez (2021), los docentes deben reflexionar sobre sus prácticas pedagógicas, porque es preocupante observar que aún los jóvenes no logren consolidar habilidades comunicativas como escribir. Además, Cassany (1993) expone que los maestros tienen el deber de realizar esta tarea con sus estudiantes, mostrando ejemplos de sus borradores, reformulando frases y aportando ideas, con el fin de cambiar la concepción de lo que es escribir en el aula de clases.
Tomando en cuenta los problemas que se presentan al momento de enfrentarse a un texto y con el fin de desarrollar esta competencia lingüística, se han propuesto diversas unidades didácticas con resultados promisorios. Entre ellas se pueden mencionar algunas como la realizada por Del Río (2021) donde reconoce que hubo avances significativos después de haber puesto en práctica la secuencia. El autor afirma que, si bien los resultados no se pueden medir de forma cuantitativa, los estudiantes fueron capaces de detectar errores de redacción y proceder a su corrección. Por otra parte, Tapia et al. (2012) en su secuencia para el desarrollo de la escritura en colaboración con un entorno wiki, concluyen que la propuesta facilita el desarrollo de la habilidad en un entorno en el cual están familiarizados, además de instalar la idea de que escribir es una actividad que requiere andamiaje y, por lo tanto, no se puede concretar de un momento a otro. Finalmente, Acosta & Martínez (2021) afirman que los procesos de escritura brindan herramientas específicas tanto para los profesores como para los alumnos, puesto que abordan operaciones cognitivas más complejas que requieren de una serie de actividades a desarrollar tanto en el aula como en el hogar.
Proceso de redacción en los cadetes de la Escuela Naval
El escenario descrito no es ajeno a los cadetes de la Escuela Naval, puesto que al momento de solicitar una composición escrita, suelen valorar más el resultado con su respectiva calificación, que el proceso realizado para llegar al texto final. Para lograr que esta situación mejore y que la perspectiva de los estudiantes cambie, se realizó una propuesta didáctica, basada en el proceso recursivo de escritura, la cual considera la planificación, textualización y revisión del discurso escrito. Cabe mencionar que esta surgió de una adaptación de Cassany (2015), quien consideró diferentes etapas al momento de escribir. En primer lugar, el cadete elaboró un plan de escritura (planificación), tomando en cuenta el contexto en el cual se desarrollaría su ensayo, pensando en cuál era el propósito de su discurso y el canal comunicativo por el que sería difundido. En segundo lugar, para lograr plasmar lo anterior, diseñó un organizador gráfico que le permitió textualizar sus ideas en esquemas o puntos para luego desarrollar un borrador (textualización) al cual recurrió todas las veces que fue necesario. Para Cassany (1993) tanto los alumnos como los maestros deberíamos desarrollar una mayor sensibilidad con respecto a los borradores tal como se hace con un boceto de pintura, archivándolos, comentándolos y corrigiéndolos.
Finalmente, evaluaron el resultado (revisión), contrastándolo con el propósito inicial plasmado en el borrador del texto, junto con el diagnóstico de los desajustes o posibles errores del discurso. Además, corrigieron lo que consideraron que era mejorable: problemas de redacción, ortografía y organización de las ideas, aplicando diferentes estrategias implementadas en la asignatura de Habilidades Lingüísticas de 2° Año Ejecutivo de la Escuela Naval. Cabe destacar que todo el trabajo fue guiado por el docente, con el fin de acompañar a los alumnos en la compleja tarea de redactar un discurso argumentativo dentro del contexto naval.
Análisis de los resultados
La secuencia didáctica se basó fundamentalmente en una serie de actividades orientadas al desarrollo de una tarea de escritura contextualizada en el ámbito naval, obteniendo la redacción de un ensayo argumentativo que se presentó en la asignatura de Habilidades Lingüísticas.
Como resultado de la propuesta se puede afirmar que los alumnos mejoraron la redacción de sus textos a lo largo del proceso, aplicando las estrategias entregadas por el docente durante el desarrollo de la unidad de “Ensayo Argumentativo”. Por una parte, fueron capaces de detectar los errores más comunes de un texto, tales como la repetición de palabras, ambigüedades, discordancias verbales, entre otros. Además, corrigieron algunos problemas de ortografía que modificaban el propósito del texto, principalmente de palabras monosílabas y pronombres interrogativos. Con respecto a la situación comunicativa del texto, los alumnos, en su mayoría, lograron cumplir con la intención de convencer al lector, a partir de un tema controversial. Cabrera, Abreu-Márquez, & Martínez (2019) sostienen que argumentar es una operación discursiva encaminada a convencer; por tanto, el emisor utiliza un conjunto de estrategias para modificar el juicio del receptor acerca de determinado asunto a fin de que crea en lo que se dice y cambie sus opiniones. En este caso, las actividades de la secuencia se basaron principalmente en ajustar los argumentos a la tesis las veces que fuese necesario con el fin de ir mejorando la estructura y propósito del ensayo. Desde una perspectiva sociohistórica, la lectura y la escritura son procesos recursivos, dado que dentro de la dinámica se gesta un constante movimiento en espiral que toma de lo ya dicho para ampliarlo, reelaborarlo y transformarlo en un discurso nuevo, que a su vez será la génesis de otros discursos.
En cuanto a la coherencia y la cohesión del texto, la principal dificultad fue el uso de conectores, ya que en su mayoría no establecen la relación correcta entre las partes o simplemente no los utilizan para unir las ideas. Para Cabrera, Abreu-Márquez, & Martínez (2019) el problema fundamental en el uso de los conectores radica en el desconocimiento que tienen los estudiantes en cuanto a la variedad y la significación de cada uno de ellos. Por tanto, no establecen la adecuada correspondencia entre el nexo y la intención que quieren expresar. Con el fin de corregir lo anterior, reemplazaron aquellos que no le entregaban sentido al discurso o aplicaron otros en reemplazo de los que estaban incorrectos. Sumado a lo anterior, otro problema en la construcción del ensayo fue la repetición de ideas o conceptos, lo que se pudo mejorar aplicando correferencia, elipsis o pronominalización, según fuese el caso.
Conclusiones
La educación superior exige a los estudiantes la redacción de diferentes tipos de textos propios del ámbito académico, entre ellos el ensayo. Sin embargo, una de las principales dificultades es la planificación y textualización de este. A partir de la secuencia didáctica aplicada a los cadetes de la Escuela Naval y luego de un trabajo riguroso y sistemático, se logró que los alumnos mejoraran aspectos relacionados con la coherencia, la cohesión y el propósito comunicativo de este tipo de discurso, junto con la ortografía y los vicios idiomáticos.
La investigación permitió identificar aquellos aspectos más descendidos en los estudiantes al momento de escribir, con el propósito de mejorarlos a través del proceso recursivo de escritura. Además, al ser conscientes de sus propias dificultades, pudieron erradicar los errores más comunes no tan solo del ensayo, sino también de los discursos hechos en otras asignaturas. Estas reescrituras constituyeron una estrategia metodológica acorde a los requerimientos de la Escuela Naval, puesto que permitieron que los cadetes desarrollaran una serie de exigencias cognitivas ligadas con los funcionamientos recursivos de su mente, además de la competencia lingüística de la escritura desde un enfoque procesual.
Por otra parte, cabe destacar que las reelaboraciones de escritura comprenden dos tiempos fundamentales que los estudiantes tuvieron que considerar al momento de poner en práctica la actividad: por una parte, la transformación del ensayo en la reescritura y por otra, la pausa que permitió distanciarse del escrito, adquiriendo el rol de lector de su propio texto. Esta operación, sin duda, favoreció una toma de conciencia sobre el escrito y logró óptimos resultados en el acabado final del discurso argumentativo solicitado, lo que se podría replicar en otro tipo de textos, no tan solo en la asignatura de Habilidades Lingüísticas, sino en cualquier disciplina que requiriese desarrollar competencias de escritura dentro del contexto naval.
En base a estos aspectos, es importante que se continúen implementando innovaciones didácticas en torno al desarrollo de esta competencia, a través de actividades que involucren a las diferentes cátedras de la institución, con el propósito de que los cadetes sean capaces de construir sus propios criterios de evaluación al momento de textualizar y revisar sus discursos no tan solo en las asignaturas humanistas. De esta manera, el desarrollo de la escritura es un aspecto en constante desarrollo y que requiere de la atención de forma global y no solo de forma particular desde la asignatura de Habilidades Lingüísticas, sino que desde un enfoque integral, el cual es el desafío para los docentes de la institución.
Lista de referencias.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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