Revista de Marina
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Nonagésimo Noveno Aniversario de la Especialidad de Estado Mayor en la Armada de Chile

  • Fecha de publicación: 01/10/2010. Visto 84 veces.
REVISMAR 5/2010 423 - Introducción. E ste año, junto con conmemorar el bicentenario de nuestra patria, celebramos 99 años de la creación de la especialidad de Estado Mayor en la Armada de Chile. En efecto, esta especia- lidad que por casi cien años ha otorgado a distintas generaciones de o ciales, competencias especiales para desempe- ñarse e cazmente en diversos ámbitos de nuestra institución y en diferentes momentos de nuestra historia, nos hace evocar a nuestros antepasados que poco a poco fueron forjando una señera especialidad que hoy se aproxima nave- gando raudamente al siglo de vida. Por ello, como especialista más antiguo en Estado Mayor en servicio activo de la Armada de Chile, he creído necesario hacer un justo reconocimiento a todos los o ciales que han lucido o que actual- mente lucen con orgullo en sus pechos la medalla de la Diosa de la Sabiduría. No cabe duda entonces, que una de las capacitaciones fundamentales de los o ciales de marina y que mayor relevancia ha evidenciado en el perma- nente esfuerzo institucional destinado a optimizar el cumplimiento integral de la misión de la Armada, ha sido el desarro- llo de la especialidad de Estado Mayor, cuya Alma Mater es la Academia de Guerra Naval, entidad que con el justi- cado orgullo que otorga una brillante trayectoria docente, como también una fructífera labor en la formación de los mencionados especialistas, contribuye con la enseñanza que imparte a otor- gar competencias a sus egresados, de manera que, posteriormente, desde cualquier posición en donde tengan que servir a la institución, sepan hacerlo, asesorando acertadamente al mando o bien tomando aquellas decisiones que optimizan el accionar de la Marina. - Reseña histórica. Los orígenes de la Academia de Guerra Naval y, consecuentemente, la historia de la especialidad de Estado Mayor en la Armada de Chile, se remon- tan a la inquietud profesional que a nes del siglo XIX quedaba re ejada en un artí- culo publicado en la edición de Revista de Marina del 31 de enero de 1897, donde se resaltaba la imperiosa necesi- dad de contar con un Estado Mayor para la Armada y, previamente, con un orga- nismo que formara a sus integrantes. Como fundamento de lo anterior se seña- laba: “si durante la paz se descuidan los servicios permanentes de la Marina, no puede exigirse en el momento del con- icto una organización completa, pues NONAGÉSIMO NOVENO ANIVERSARIO DE LA ESPECIALIDAD DE ESTADO MAYOR EN LA ARMADA DE CHILE * Comandante en Jefe de la Armada. Oficial de Estado Mayor. Graduado del U.S. Naval War College (NCC-97). Magíster en Ciencias, mención Administración, de la Universidad Salve Regina, Newport, R.I., y Magíster en Ciencias Navales y Marítimas, mención Geopolítica, de la Academia de Guerra Naval. Preclaro Colaborador de Revista de Marina, desde 2003. COMANDANCIA EN JEFE Edmundo González Robles* 424 REVISMAR 5/2010 no es posible pensar en los instantes de apuro y confusión, propios del estado de guerra, en remediar las muchas faltas que deberían ser previstas a tiempo y estudiadas con madurez para ponerles el remedio oportuno. Esta es la obra del Estado Mayor en toda marina media- namente bien organizada y de aquí es que todas las naciones que poseen una marina, tienen organizados sus Estados Mayores que velan por el buen servicio y la disciplina de ella para que se halle dis- puesta al n primordial a que obedece su organización”. Asimismo se agregaba: “no basta tener buques, cañones y ele- mentos de combate; es necesario que ellos estén en el estudio de e ciencia más satisfactorio para sacar todo el pro- vecho en el momento del con icto”. La necesidad surgía en una época en la cual la Armada esperaba un nota- ble incremento y modernización de su material, lo que hacía imprescindible adoptar una organización moderna y crear los organismos necesarios que permitieran enfrentar las exigencias propias del avance tecnológico y opti- mizar el rendimiento de los nuevos medios que serían recibidos. - El Estado Mayor General de la Armada. En diciembre de 1897 y bajo la rma del Vicealmirante don Luis A. Goñi, un completo proyecto de dieciocho capí- tulos establecía, en forma detallada y precisa, la posibilidad y alcance de la constitución de un Estado Mayor para la Armada. Con ello se sembraba la semi- lla que daba origen a un enriquecedor debate profesional, como necesario preámbulo de los hechos concretos que registraría la historia. Así, el 10 de agosto de 1898, por Ley N° 1060, se creó la O cina de Infor- maciones Técnicas de la Marina, enti- dad de asesoría que se convirtió en el organismo precursor del Estado Mayor General. Esta O cina se abocó a estudiar el poderío marítimo de las potencias extranjeras, a elaborar los Planes de Movilización y Maniobras de la Armada y, en general, a estudiar la organización y preparación de la Institu- ción para la guerra. Sobre la base de la O cina de Infor- maciones Técnicas, y luego de die- cisiete años de funcionamiento, por Decreto Supremo N° 2334 del 18 de diciembre de 1915, se crea el Estado Mayor de Marina, reorganizando la estructura funcional en los departa- mentos de Operaciones, Informaciones, Transporte y Movilización. Más tarde, el Decreto Supremo N° 1077 del 14 de mayo de 1927, que reorganiza los Ser- vicios Superiores de la Marina, esta- blece la actual designación de Estado Mayor General de la Armada. - La Academia de Guerra Naval. Por su parte, el 9 de octubre de 1911 se crea la Academia de Guerra Naval, cuyo propósito inicial consistió en capacitar a O ciales para asesorar apropiadamente al Mando frente a las exigencias de empleo y rendimiento del nuevo material naval que sería recibido y que incorporaba los avances tecnoló- gicos propios de esa época. Para lograr lo anterior, se hacía necesario el estudio de la guerra desde todas las perspecti- vas del conocimiento, ya que sólo una visión completa e integral permitiría desarrollar la capacidad de asesoría que el mando naval visualizaba. El nombre para identi car al organismo encargado de formar los mencionados ase- sores debía representar la idea de estudio y perfeccionamiento constante en torno a las ciencias vinculadas a la guerra, por lo que se eligió la denominación de “Acade- mia”, emulando de esa forma los jardines que Akádemos donó al pueblo ateniense y que —junto con permitirle a Platón y sus discípulos desarrollar las memorables plá- ticas en torno a su doctrina— constituyó el lugar consagrado a la diosa de la sabiduría, EDMUNDO GONZÁLEZ ROBLES REVISMAR 5/2010 425 (+64(@OR Minerva, cuya es nge actualmente adorna la medalla que con orgullo ostentan quie- nes alcanzan la condición de o ciales espe- cialistas en Estado Mayor. La estrecha relación existente y la comunidad de inquietudes profesionales que en una misma época dieron origen al nacimiento del Estado Mayor General de la Armada, como organismo de represen- tación máxima de la función inherente a la especialidad; de Estado Mayor; y de la Academia de Guerra Naval, como entidad responsable de la formación y capacita- ción de los mencionados especialistas; permitieron instituir el día 9 de octubre, como aniversario de la especialidad que concreta su acción asesorando en forma oportuna, fundamentada, leal y muchas veces anónima, a quienes tienen el pri- vilegio de ejercer el Mando. Hoy en día, la Academia de Guerra Naval de Chile ostenta el privilegio de ser la segunda más antigua del mundo en su género, después de la Academia de Guerra Naval estadounidense, (U.S. Naval War College) que fue creada el año1884. - Formación Tradicional del Especialista en Estado Mayor. La importancia de las funciones que cumple el o cial especialista en Estado Mayor exige que la entidad formadora, la Academia de Guerra Naval, conju-gue armoniosa y complementadamente aquellos principios y valores inmuta- bles en el tiempo, con las exigencias de perfeccionamiento y actualización que impone el progreso y las nuevas tecnolo- gías aplicadas al ámbito de la guerra en el mar. Por ello, los esfuerzos se orientan a optimizar en forma constante los pro- cesos formativos, lo que en el presente se traduce en la implementación de pro- gramas que se ajustan plenamente a la cantidad de tiempo que la Institución puede razonablemente destinar a ese proceso formativo y, por sobre todo, a las exigencias que en el futuro próximo deba enfrentar cada especialista en su desempeño profesional. El proceso de formación del O cial de Estado Mayor exige -además de los conocimientos teóricos y de la parti- cipación en ejercicios de simulación y adiestramiento en la toma de decisiones en ambientes de presión- un completo conocimiento del territorio nacional y sus principales características bajo el prisma de la geopolítica y la seguridad nacional, lo que se com- plementa con visitas de conocimiento a distin- tas zonas geográ cas de interés. Sin embargo, más allá de conocer y estudiar nuestro escena- rio geográ co y sus pro- yecciones; más allá de entregar distintos conoci- mientos aplicables al arte de la guerra; más allá de posibilitar la obtención de un per l privilegiado en valores espirituales y morales que incentivan la inquietud por analizar críticamente el entorno y buscar las mejores solucio- nes aplicables a los distintos problemas militares; más allá de todo ello, el o - cial especialista en Estado Mayor, recibe todos los instrumentos necesarios que le permiten desarrollar la capacidad de Actuales dependencias de la Academia de Guerra Naval. 426 REVISMAR 5/2010 EDMUNDO GONZÁLEZ ROBLES pensamiento y acrisolar un criterio pro- fesional amplio que podrá aplicar sin sesgos durante toda su carrera naval. - Currículum Formativo del ofi cial de Estado Mayor El o cial de Estado Mayor recibe una capacitación y formación tal, que le permite comprender y enfrentar acer- tadamente las situaciones cambiantes, que caracterizan el siempre dinámico entorno polí- tico-estratégico internacional como de nues- tro país. El actual curriculum for- mativo que dicta la Acade- mia de Guerra Naval a sus educandos, está confeccionado de manera que se entreguen herramientas a los alumnos, que les permita estudiar y analizar pro- fusamente el fenómeno del con icto, razonar respecto de sus causas y, prin- cipalmente, comprender a cabalidad su utilización como instrumento de la polí- tica. De la misma forma, los alumnos reciben herramientas que les permite entender de mejor manera los riesgos, amenazas y oportunidades que even- tualmente podría enfrentar la nación en un escenario especí co, lo que sumado a los conocimientos adquiridos en la asignatura de Plani cación, los hace verdaderos expertos en esta área y les permite comprender los múltiples facto- res que inciden en el Arte Operacional, el cual es aplicable en todo proceso de plani cación destinado a solucionar un problema militar. Sin embargo, más allá del ámbito académico, del criterio y de la solven- cia profesional, los o ciales de Estado Mayor deben ser capaces de entender la naturaleza de los cambios y las impo- siciones de las nuevas tendencias en el mundo, y en ese contexto, proponer soluciones juiciosas que permitan situar a la institución y al país, en un lugar de privilegio frente a los desafíos venide- ros, en los que la dinámica internacional generará escenarios de cuya correcta interpretación y manejo dependerán las posibilidades de seguridad, de desarro- llo y de bienestar futuro de Chile. Para poder cumplir las metas plan- teadas precedentemente, la malla curri- cular del O cial de Estado Mayor está orientada, funda- mentalmente, a desarrollar las competencias de los futuros asesores y líde- res de nuestra institución, que demandan los desafíos de la Marina del presente y del futuro. El marco de referencia indicado, hace que se hayan de nido los siguien- tes principios y conductas, que deben regir el per l y desarrollo académico de un O cial de Estado Mayor, lo que debe guiar todo el esfuerzo docente condu- cente a la formación de dichos especia- listas: Profesionalismo. Valor referencial para enfrentar los desafíos educacionales, en el amplio espectro de la palabra. Es el sentido por desarrollar las diversas tareas que se deriven con la mayor profundidad, amplitud y excelencia posible. Honestidad. Conducta rectora de todo o cial de marina y factor clave en la búsqueda de las mejores decisiones. Tolerancia. Actitud fundamental para el e ciente trabajo grupal, en la búsqueda del respeto por las ideas de otros. REVISMAR 5/2010 427 (+64(@OR Libertad en el pensamiento. Muy ligada al valor siguiente, se expresa para dejar en claro que la trascendencia de las decisiones en el ámbito de la guerra, obliga a dejar libre la mente para alcanzar la mejor solución. Creatividad. La originalidad puede llegar a ser el factor clave del éxito en un ámbito de competencia por un objetivo común, razón por la que debe constituir siem- pre una aspiración en el ámbito mili- tar. Trabajo en equipo. Valor imprescindible en una función de asesoría, donde la sumatoria de los esfuerzos asegura la mejor decisión. Perseverancia. Valor imprescindible para abordar empresas en que puede haber contra- posición de voluntades e intereses y en que muchas veces los plazos exce- den el período de gestión de quienes deben resolver o asesorar. Por otro lado, es imprescindible que todas las materias y asignaturas que se dicten en torno a esta especialidad, no pierdan de vista lo establecido en nues- tra Doctrina Marítima Nacional, la cual está destinada a optimizar la utilización del mar en bene cio de Chile. Por ello, las disciplinas y actividades que se desa- rrollen en el curso de Estado Mayor, deben considerar en forma explícita los tres roles que de nen las funciones de la Armada; es decir, el ámbito de la Defensa Nacional, el Apoyo al desarro- llo Socioeconómico del País y la contri- bución a la Política Exterior del Estado. - Desempeño profesional de los especialistas en Estado Mayor Tal como lo he manifestado en otras oportunidades, creo pertinente asimilar la enseñanza e instrucción que recibe todo O cial de Estado Mayor en la Aca- demia de Guerra Naval, con los tres ejes centrales que he de nido como man- datorios en mi gestión de mando como Comandante en Jefe de la Armada, dado que muestra una perfecta sintonía y a - nidad con ellos. Me re ero a la Satisfac- ción de las expectativas personales; a la Consolidación de una Armada moderna, tecnológica, innovadora, concentrada y conectada, orgullosa de su pasado pero proyectada al futuro; y lograr una Armada Integrada en el sentido más amplio de la palabra. Respecto a la Satisfacción de las expectativas personales, la mejor manera de que ellas se concreten, es teniendo dotaciones preparadas, hecho que se cumple de manera integral con la formación que reciben los o ciales de Estado Mayor, los cuales deben estar altamente motivados y ávidos para cum- plir las funciones de asesoría o mando que la institución requiere y necesita. Dentro de este eje, también he planteado la educación como una prioridad para la Marina, la cual debe ser de calidad, con currículos exibles, con profesores e ins- tructores altamente competentes y con oportunidades de perfeccionamiento tanto en Chile como en el extranjero. En el caso de la Academia de Guerra Naval esta situación se cumple plena- mente, pudiendo decir con satisfacción que contamos con profesores de una alta idoneidad y excelencia académica, los cuales son los pilares fundamentales para asegurar que los alumnos que egre- san de este instituto de educación supe- rior, como especialistas, hayan recibido los conocimientos y las competencias requeridas. En este mismo sentido, la capacidad para analizar, para razonar y para resol- ver con solidez, exibilidad, creatividad y amplio criterio, como también el ser capaces para trabajar en equipo, cons- tituyen el principal y el más importante 428 REVISMAR 5/2010 EDMUNDO GONZÁLEZ ROBLES sello distintivo de esta especialidad, hecho que constituye la característica y la más rica esencia de todo plani cador. A las características antes planteadas se debe considerar que un o cial de Estado Mayor tiene que estar dispuesto a par- ticipar plenamente en Estados Mayores Conjuntos, como también en el Minis- terio de Defensa, sabiendo aportar la visión de la Armada y la impronta insti- tucional, ante las otras instituciones her- manas de la defensa. Junto a lo anterior, se requiere que los o ciales especialis- tas en Estado Mayor tengan una lealtad a toda prueba, que sean francos para plantear sus inquietudes al mando, tole- rantes para aceptar otras ideas como también para recibir críticas a su trabajo, sabiendo cooperar con la institución en todos los niveles y estamentos. Un segundo aspecto también importante a consi- derar es el Conso- lidar una Armada moderna, tecno- lógica, innova- dora, concentrada y conectada, orgu- llosa de su pasado pero proyectada al futuro. En este sen- tido, si bien la magnitud del terremoto y maremoto ocurrido el 27 de febrero pasado produjo daños de gran consi- deración en nuestras instalaciones en el área de Talcahuano, lo que implicó invertir una gran cantidad de recur- sos humanos y materiales para mitigar dichos daños, a la vez que produjo efec- tos cuya solución nal tardará años en alcanzarse, puedo decir con orgullo y satisfacción que hemos sabido salir de esta emergencia y hemos empezado a caminar hacia la normalidad. Un aspecto destacable de esta situación es analizar cómo nos organizamos para salir de esta crisis, creándose diversos Órganos de Maniobra ad-hoc con sus respectivos Estados Mayores, los cuales plani caron detalladamente los pasos que se debían seguir, primero para controlar la emer- gencia y luego para iniciar la reconstruc- ción. Todo lo anterior se logró porque se crearon grupos de trabajo liderados por o ciales de Estado Mayor, quienes con esfuerzo, con perseverancia, con tesón, con espíritu de cuerpo, con dedicación y con voluntad, supieron imprimir en su trabajo el sello característico que sólo permite la idoneidad y la excelencia pro- fesional. Los esfuerzos humanos y materiales desplegados para volver a la normali- dad tras la catástrofe del 27 de febrero pasado, no han sido impedimento para continuar con los planes de concen- tración en nuestra institución. En este aspecto, la Acade- mia de Guerra Naval contará con nuevas dependencias a contar del próximo año, habiéndose plani cado celebrar el centenario de su creación, como el de la especialidad de Estado Mayor, en el edi cio de la actual Facultad de Sistemas de Armas (ex Escuela de Armamentos) ubicado en Las Salinas - Viña del Mar, el cual será remozado para albergar a la Academia de Guerra Naval. El tercer eje requerido de mi ges- tión es lograr una Armada Integrada en el sentido más amplio de la pala- bra. Me re ero a la Responsabilidad social de la Armada ante la comunidad, sabiendo que nuestra institución no sólo cumple tareas en el ámbito de la defensa o apoya la política exterior del estado, sino que tiene una importante participación en el desarrollo socioeco- nómico del país. En este rol la Armada no participa sola, ya que actúa con las otras ramas de las Fuerzas Armadas REVISMAR 5/2010 429 (+64(@OR y con otras agencias del estado. En la práctica signi ca participar activa- mente en el apoyo ante emergencias o catástrofes, apoyo a zonas extre- mas, como cualquier otra demanda social que el estado requiera de la Marina, conforme a su rol y especi ci- dad. Todas estas materias y conceptos deben estar acrisoladas y asimiladas por los o ciales de Estado Mayor, por cuanto nuestro país está afecto a la ocurrencia de fenómenos de la natura- leza con mayor rigurosidad que otras naciones. Cuando hablo de inte- gración, debe conside- rarse dar énfasis a todo lo Conjunto, lo que sig- ni ca aparte de estable- cer buenas relaciones con nuestros pares de las otras instituciones de la Defensa Nacional, mante- ner estructuras bien coor- dinadas y con vínculos de con anza que aseguren la e cacia y la e ciencia del instrumento militar, incentivando el trabajo man- comunado, para lo cual hay que actuar con prudencia, tolerancia y generosidad, teniendo siempre el bien de Chile por delante. Creo que en este aspecto el rol que juega el Curso de Estado Mayor es muy importante, ya que cuando se es alumno, se tiene la oportunidad de cono- cer a los pares de las otras academias, estableciéndose vínculos de amistad y camaradería que perduran en el tiempo, permitiendo que en el futuro se creen redes que materializan un real apoyo y conciencia conjunta. También en el ámbito Conjunto, hoy más que nunca tenemos que participar con entusiasmo y voluntad en el proceso de moderniza- ción del Ministerio de Defensa Nacional y del Estado Mayor Conjunto, teniendo claro que este último organismo ejercerá el mando sobre aquellas fuerzas que le sean asignadas en situación de crisis o guerra, para lo cual hay que entrenarse y prepararse, como hombres de armas que somos. Otro aspecto relacionado con la integración de la Armada, es la partici- pación plena en las actividades Combi- nadas, de manera de tener una marina aún más integrada al concierto mundial, con presencia internacional en activida- des, ejercicios navales, foros y organi- zaciones marítimas. Lo anterior se logra reforzando las relaciones con las mari- nas vecinales y regionales y participando activamente en el ámbito internacional, de acuerdo a los intereses del Estado. De la misma forma, se debe incentivar el establecimiento de inter- cambios profesionales con marinas amigas, como tam- bién creando convenios con otras entidades estatales y privadas, participando en seminarios, simposios y conferencias, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, de manera de contribuir abierta y decididamente a la apertura de la institución a la civilidad y a la sociedad, como una forma de que nos conozcan y nos integren aún más. En este sentido la Academia de Guerra Naval contribuye de manera importante al recibir en sus aulas, año a año, a alumnos de diversas partes del mundo; al invitar frecuentemente a diversas personalidades nacionales y extranjeras que dictan conferencias de aspectos de la actualidad; y al establecer convenios con universidades nacionales para el desarrollo de cursos de postgrado, teniendo hoy en día un gran cantidad de civiles que se honran por ser ex-alumnos de la Academia de Guerra Naval. - Refl exiones fi nales. Desde Siempre, la especialidad de Estado Mayor ha otorgado a los o - ciales que poseen dicha competencia, 430 REVISMAR 5/2010 EDMUNDO GONZÁLEZ ROBLES los atributos necesarios para asesorar adecuadamente al mando o para tomar decisiones acertadas. Lo anterior eviden- cia que el único camino que conduce a la solidez profesional es haber asimilado los conceptos que encierran las asig- naturas impartidas en la Academia de Guerra Naval, debido a que todos ellos conducen y entregan al o cial de Estado Mayor, las virtudes y conocimientos que se requieren para servir acertadamente a Chile en el mar. Al respecto, es necesario tener conciencia que mientras la guerra continúe siendo el campo de la actividad humana donde el peligro, la incertidum- bre y las exigencias físicas se mani es- tan en mayor medida, la rigurosidad y la excelencia, serán el sello de la formación militar que todo o cial de Estado Mayor Naval requiere ante cualquier circuns- tancia. Por ello, en este aniversario quiero instar a todos los o ciales especialistas en Estado Mayor, a que tengan con anza en las habilidades que poseen y en la experiencia que han acumulado a lo largo de vuestras carreras. Permitan que la creatividad y la intuición los ayude a resolver y decidir con rapidez, porque cuentan con el respaldo del conoci- miento y de la práctica. Recuerden también que bajo el prisma académico, el concepto de la “asesoría leal” requiere de valor intelec- tual y de lealtad profesional. Valor inte-lectual para plantear vuestros puntos de vista e incluso disentir en la discu- sión, con juicio prudente y documen- tado. Lealtad profesional para cumplir lo resuelto por el mando, haciendo propia la decisión del superior. No olviden jamás, el sagrado deber de ejercer el mando con plena conse- cuencia entre vuestras palabras y actos; como también, el hecho de ser extre- madamente rigurosos en exigir que el apego a la legalidad, a la honradez, a la probidad y a la transparencia, cons- tituyan los pilares del compromiso de honor, lealtad y verdad que demanda la conducción de los hombres y medios que la Institución les confía. Noventa y nueve años han trans- currido desde que egresara la primera promoción de Especialistas en Estado Mayor de la Academia de Guerra Naval y, hasta nuestros días, esta especialidad ha estado a la altura de los tiempos. Por ello hoy, junto con testimoniarles mi reco- nocimiento por tan signi cativo logro profesional en sus carreras, me permito recordarles, que desde que adquirieron el compromiso de explotar al máximo las capacidades adquiridas, deben conti- nuar con el mismo entusiasmo y también con la misma energía, tal como aquellos grandes hombres de mar que han con- tribuido, con su visión e iniciativas, al engrandecimiento de nuestra Institución y de la Patria. * * *

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