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La modernización de los procedimientos en la Escuadra Nacional durante la década de 1980. (La contribución de los primeros PWOs)

  • Fecha de publicación: 01/10/2008. Visto 109 veces.
REVISMAR 5/2008 439 MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS LA MODERNIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS EN LA ESCUADRA NACIONAL DURANTE LA DÉCADA DE 1980 (LA CONTRIBUCIÓN DE LOS PRIMEROS PWOs) A fines de la década de 1970 los buques de la Escuadra eran numerosos, pero antiguos y de potencia ofensiva reducida. Sólo había cuatro buques misileros Su-Su que con - taban con MM-38. Los restantes eran buques artilleros, desde las 6” de los tres cruceros hasta las 5” de los dos Sumner y los dos Fletcher. Los dos destructores clase Almirante además de sus misiles tenían cañones de 4” y las fragatas Lean - der, de 4.5”. Hacia fines de esa década, los helicópteros Alouette III operaban de día y de noche prácticamente sin restric - ciones, con sólo una turbina. La Fuerza de Submarinos tenía sólo dos subma - rinos Oberon y un Fleet. El país por su parte estuvo esos años amenazado como nunca antes en ese siglo. Las medidas políticas de aisla - miento internacional tomadas contra el gobierno chileno afectaban severamente a la Armada e impedían el perfecciona - miento de oficiales y gente de mar en el extranjero. Tanto EE.UU. como el Reino Unido, nuestros tradicionales provee - dores de upgrades en la instrucción y el entrenamiento y consideradas casi uná - nimemente las dos marinas más impor - tantes de Occidente, habían dejado de proveer cupos para Chile. Como siempre, nuestras Escuelas de Especialidades entregaban año a año generaciones de excelentes especialis - tas, con un gran dominio en las materias técnicas del material que se operaba a bordo, tanto provenientes de cursos de oficiales como de gente de mar. Sin embargo, no existía prácticamente ningún tipo de instrucción o entrena - miento formal en el área del desempeño en puestos operativos. Los tenientes que llegábamos a bordo a cubrir puestos en la CIC o el Puente de los buques de combate teníamos serias carencias de conocimien - tos y práctica en las materias propias de los puestos operacionales que se nos asignaban: Oficial de Guardia, Oficial CIC, Oficial A/S de la Guardia, etc. En cada buque, los comandantes y los oficiales más antiguos gastaban una buena parte de sus esfuerzos en transmitirnos cono - cimientos y sacarnos rendimiento a los oficiales especialistas nuevos que llegá - bamos a bordo. Algo similar pasaba con la gente de mar especialista. Jorge Chubretovich Soffia* * Contraalmirante. Oficial de Estado Mayor. Destacado Colaborador de Revista de Marina, desde 1999. “Jamás será un exceso repetir que en la guerra moderna, y especialmente en la guerra naval moderna, el factor preponderante en la obtención del triunfo es aquello que haya sido hecho en términos de una completa preparación y entrenamiento antes del comienzo de la guerra”. Presidente Teodoro Roosevelt Discurso en la Graduación de la Academia Naval de EEUU, 1902. REVISMAR 5/2008 440 Al no existir una escuela común en estas materias, los procedimientos se ajustaban a lo que cada buque en particu - lar había acumulado y desarrollado, con el aporte de las operaciones Unitas y lo poco que se había retenido de los work up de las dos fragatas Leander en 1974. Estas fragatas llegaron a Chile con oficiales muy antiguos, casi sin tenientes, de manera que la mayoría de ellos se desembarcó al poco tiempo de llegar a Chile. Todo lo anterior redundaba en que los procedimientos aso - ciados a los diferentes sistemas de a bordo diferían notablemente de un buque a otro, sin que realmente existiera una norma común al respecto. La organización y en cierta medida la escuela que se aplicaba a bordo estaba basada en aquella proveniente de la Armada de los EE.UU., con sus propias denominaciones, organización depar - tamental y sistema de guardias a tres guardias. Por ello, cualquier actividad operacional más allá de un simple trán - sito se enfrentaba en Zafarrancho Gene - ral de Combate, con el consiguiente desgaste prematuro de las dotaciones y el monopolio en los puestos operacio - nales, donde sólo podía entrenarse bien aquel hombre que en zafarrancho de combate cubría ese puesto. A todo esto se sumaba la inexisten - cia de un ente de entrenamiento como lo fueron con posterioridad el COMENTOE y el CENTARM, con lo que las Fuerzas se auto-entrenaban y auto-evaluaban. Los inspectores, que sólo eran eso, inspec - tores nombrados para hacer de tal en las revistas de inspección administrativas y de combate, eran algunos oficiales de la Insig - nia más casi todos los oficiales de cargo y alguna gente de mar de los buques geme - los. Y he aquí el problema. En los buques gemelos las cosas se hacían de diferente forma, de manera que al ser inspecciona - dos por sus pares, se les rechazaba buena parte de sus procedimientos, porque si no se hacía como se hace en mi buque, entonces estaba mal hecho. Hasta que a principios de la década de 1980, la superioridad naval resolvió ini - ciar la compra de los cuatro destructores pesados antiaéreos y portahelicópteros de la clase County. El desafío mayor que planteó el año 1982 la llegada del “ Prat ” (ex – Norfolk), unido al acercamiento que se produjo con la Armada Británica des - pués de la Guerra de las Falkland/Mal - vinas, permitieron que se nos abrieran inicialmente dos y finalmente cuatro vacantes para que oficiales subalternos efectuaran en el Reino Unido por primera vez el curso denominado PWO (Principal Warfare Officer) 1. Hacía más de diez años que oficiales habían salido por última vez al extranjero a cursos de táctica u operaciones navales. Tras un proceso de selección, a principios de enero de 1983 partimos a Portsmouth cuatro Tenientes 1o, todos especialistas en Navegación, aunque de diferentes promociones. El curso de 33 semanas de duración nos afirmó muchos conocimientos y nos dio principalmente dos cosas: Seguridad en lo que sabíamos y Doctrina Común para enfrentar los infartantemente rápidos acontecimientos operacionales propios del adecuado empleo de las armas en un buque de guerra moderno en combate. La Armada Británica incorporaba sobre la marcha en sus programas la experien - 1.- Para mejor comprender el concepto de PWO, se recomienda la lectura del artículo titulado “El Oficial de Acción Táctica” del entonces Teniente 1 o Gustavo Jordán Astaburuaga (Revista de Marina 1/1985). Lanzamiento de misil Seacat MK1, mod 1, desde la PFG “Condell”. JORGE CHUBRETOVICH SOFFIA REVISMAR 5/2008 441 cia operacional obtenida de la guerra del Atlántico Sur, finalizada sólo unos meses antes. Y lo logramos. La base de conoci - mientos y la experiencia a bordo obteni - das en nuestra Marina nos permitió a los cuatro aprobar el curso exitosamente, sin mayores dificultades. Nos trajinos a Chile nuevos conoci - mientos, nueva organización y nuevos procedimientos. Ellos fueron bien reci - bidos tanto por el Alto Mando como por los buques. A tres de los cuatro nuevos PWOs la Dirección General del Personal los concentró en Las Salinas a pensar y a producir. El cuarto se quedó en el Reino Unido para integrarse a la dotación del que próximamente sería el DLG “ Cochrane” (ex – HMS “ Antrim ”), segundo destructor clase County que adquiría la Armada y que, a diferencia de su gemelo anterior “ Prat”, efectuaría un completo BOST (Basic Operational Sea Training) de seis semanas, bajo la tutela de FOST, en la Base Naval de entrena - miento británica de Portland. En septiembre de 1984 el DLG “ Cochrane ”2 se integraba a la Escuadra en Valparaíso. Los PWOs en Chile por su parte habían trabajado y obtenido la anuencia para la creación de los nuevos Cursos Básicos de Guerra Naval (1984) para los Tenientes 2 o que se graduaban como especialistas y Curso de Jefe de Guardia (1986) para Tenientes 1 o antiguos y Capitanes de Corbeta que aspiraban a los puestos de más alta responsabilidad en la organización de la AIO (Action Infor - mation Organisation) a bordo. De ambos cursos, en sus primeros años, los PWOs –junto a otros oficiales con experiencia en la Escuadra, provenientes de las fra - gatas, los destructores clase Almirante o de los clase Sumner– fuimos los primeros instructores. Por su parte, el completo, muy exigente y exitoso entrenamiento de la dotación del “ Cochrane” aportó al mismo tiempo a la Marina una masa crí - tica de 433 hombres muy bien entrenados y motivados, que junto a los PWOs, a los primeros graduados de los nuevos cursos y a la apertura de los Comandantes y el Alto Mando, fueron contribuyendo deci - sivamente a transformar la Escuadra y modernizar la formación de oficiales y gente de mar para desempeñar puestos operacionales a bordo. Al presente año de 2008, los primeros Jefes de Guardia de estos cursos ya son Almirantes, varios ya retirados, mientras los primeros gra - duados del Curso Básico de Guerra Naval son Capitanes de Navío o Comodoros. También en el año 1985 la Armada incorporaba un simulador táctico de última generación y creaba el CENTAC. En 1986/1987, como una de los últimas tareas asignadas a la primera generación de PWOs, se confeccionaron y pusieron en práctica los formularios de CPO (Cali - ficación Personal en puestos Operacio - nales), primero en las fragatas Leander y luego en los destructores County, que 2.- Entre los años 1975 y 2005, este destructor fue el único buque de la Armada de Chile que efectuó el BOST (Basic Operational Sea Training) a cargo de FOST en el Reino Unido. Se dio de baja del servicio el año 2006. En la fotografía superior se aprecia el DLG12 “Cochrane” y en la inferior el DLG11 “Capitán Prat”. LA MODERNIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS EN LA ESCUADRA NACIONAL REVISMAR 5/2008 442 abarcaron mucho más allá que los pues - tos de Puente, CIC, Comunicaciones, Guerra Electrónica y Sistemas de Armas, para cubrir todos los puestos operacio - nales del buque, incluidos aquellos rela - cionados con el control de la plataforma, es decir Propulsión, Electricidad, Casco y Control de Averías. El aporte entusiasta de las nuevas generaciones de oficiales y gente de mar embarcados, el envío de nuevos oficiales al curso de PWO y la creación del Comando de Entrenamiento de la Escuadra hicieron el resto. Sin casi darnos cuenta, se había logrado la trans - formación. Después de unos pocos años todos hablábamos el mismo idioma ope - racional, táctico y de procedimientos. Estos últimos ya no eran distintos entre buques; tampoco eran similares, sino que eran idénticos. Nacieron las POEs (Procedimientos Operacionales Están - dar) y oficiales y gente de mar pasaron a ser completamente intercambiables. El Oficial de Acción, el “ Ciego”, el Supervi - sor o los Compiladores de un buque de combate se podían desempeñar sin nin - guna dificultad en otro buque. Las cosas se hacían igual. Los tenientes nuevos lle - gaban a bordo no sólo a aprender, sino en buena medida a aplicar sus conoci - mientos y procedimientos aprendidos, siendo en ocasiones ellos los que sutil - mente corregían a los más antiguos. Tan importante como la mejora en la Escuadra lo fue aquella generada en el resto de las Fuerzas. Paralelamente la Fuerza de Submarinos consolidó su Comando de Entrenamiento (fue el pri - mero en la Armada de Chile) y sus cursos de Comandante y de Coordinador de Ataque. Los nuevos procedimientos tácti - cos y operacionales fueron “exportados” a los Comandos de Misileras Norte y Sur, con las modificaciones menores inheren - tes a las peculiaridades propias de los buques y las armas que portan. La marea continuó hasta abarcar todos los buques de apoyo de combate y auxiliares, que adoptaban los nuevos procedimientos operacionales, tácticos y también de con - trol de averías, en la medida en que ofi - ciales y gente de mar provenientes de la Escuadra y la Fuerza de Submarinos eran transbordados a estos buques. A medida que avanzaron los años ’90 ya todos los buques de la Armada tuvieron sus pro - cedimientos, tenidas y organización plenamente estandarizada. El COMEN - TOE (Comando de Entrenamiento de la Escuadra) se fusionó con el CENTAC (Centro de Entrenamiento Táctico de la Armada) y el Comensub (Comando de Entrenamiento de Submarinos), dando nacimiento al CENTARM (Centro de Entrenamiento de la Armada), entidad que pasó a depender del más alto nivel operativo de la Armada. Fueron todos pasos dados con entu - siasmo, con el empuje y el apoyo del Alto Mando y en la dirección correcta. Esta Escuadra duró desde 1984 hasta aproxi - madamente 2006, cuando la siguiente gran transformación se presentó en la forma de nuevos buques británicos y holandeses y los consecuentes aportes del trabajo combinado con las respecti - vas marinas. La base de entrenamiento, ahora en Plymouth, una vez más recibía buques de la Armada de Chile para un nuevo, renovado y siempre exigente entrenamiento operacional bajo la tutela de FOST. La FFG “ Williams” en 2005 y JORGE CHUBRETOVICH SOFFIA Inauguración de las dependencias del CENTARM por el Comandante en Jefe de la Armada Almirante José Toribio Merino Castro. REVISMAR 5/2008 443 luego la FF “Lynch” y la FF “ Cochrane ” en 2007, aproba - ron con marcado éxito su Entrena - miento Operacional en FOST, tal como con el mismo éxito y entusiasmo lo hicieron las Lean - der en los años ’70 y el “ Cochrane ” el los ’80. La generación de cuatro destructo - res County y cuatro fragatas Leander ya se fue a la reserva, a la venta o al desguace. La mayoría de los marinos que integraron sus dotaciones ya está en retiro, pero su impronta deter - minó en importante medida el curso de la Escuadra actual 3. Prueba de ello es que mientras ter - mino de escribir este relato, la FF “ Con - dell”, la tercera de las fragatas “ Duke ” o tipo 23 adquiridas recientemente a la Armada Británica, está desarrollando su entrenamiento operacional con FOST, en Plymouth, Reino Unido. * * * 3.- Los cuatro primeros PWOs de la Armada de Chile fueron los entonces Tenientes 1 o: Guillermo Montero Triviños, Santiago Murphy Rojas, Gustavo Jordán Astaburuaga y Jorge Chubretovich Soffia. El curso se dictó el año 1983 en HMS Dryad, Royal Naval School of Maritime Operations, Fareham, Inglaterra. Astillero y base naval de Portsmouth. LA MODERNIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS EN LA ESCUADRA NACIONAL

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