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GEOPOLÍTICA SUDAMERICANA
Y LA ANTÁRTICA
¿CONFRONTACIÓN O
COOPERACIÓN?
Marcelo Gómez García *
Introducción.
E
l Tratado Antártico 1 (TA) fue firmado
en Washington el 1 de diciembre
de 1959. Sus objetivos fundamen -
tales fueron asegurar el uso de estas
tierras y mares adyacentes para fines
pacíficos, preservar el medio ambiente,
fomentar la investigación científica y
evitar la posibilidad de transformar al
continente en un foco de futuras dispu -
tas internacionales. Con el transcurso
del tiempo, se han firmado 4 acuerdos
complementarios 2 y los integrantes del
Tratado han aumentado de 12 Estados
iniciales a 45 países el día de hoy.
¿Por qué causa tanto interés el Con -
tinente Antártico? ¿Qué ha motivado a
otros Estados, incluso del Hemisferio
Norte a suscribirse al TA?
Existen razones geopolíticas, geoestra -
tégicas y geoeconómicas que se analizarán
en el desarrollo del presente trabajo. Por
ahora, destaquemos que estas inexplora -
das tierras y mares australes constituyen
la mayor reserva de agua del planeta, sus
recursos naturales aún no han sido total -
mente dimensionados y representan un
factor importante de equilibrio en el eco -
sistema y control del medio ambiente.
Consecuentemente, es muy impor -
tante identificar cuáles son los intereses
geopolíticos de los principales actores
internacionales en el Continente Antár -
tico, no sólo en el ámbito regional sino
que también considerando a los princi -
pales líderes mundiales que han mani -
festado su interés en la región austral.
En Sudamérica, Argentina, Brasil,
Chile y últimamente Perú han demos -
trado especial interés por el Continente
Antártico. Argentina y Chile, en su calidad
de “países puente”, 3 miembros consulti -
vos del STA 4 y reclamantes de soberanía.
Brasil, con su “Teoría del Frente o Defron -
taçao” y Perú, con su público reconoci -
miento de pretender participar del control
del Mar de Drake y de estar presente en el
momento de la distribución de las rique -
zas que encierra la Antártica.
En las páginas siguientes se demos -
trará la siguiente hipótesis: “Al igual que
en los últimos 43 años, el Continente
Antártico continuará fomentando la
cooperación y el desarrollo de la ciencia
entre los Estados sudamericanos”.
Para tal efecto, se identificará la impor -
tancia geopolítica del Continente Antártico
y los principales aspectos de interés
* Capitán de Corbeta. Oficial de Estado Mayor. 1. Los gobiernos de Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, la Unión del África del Sur, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, firmaron el Tratado Antártico. 2. Tratados complementarios: Bélgica, 1964: Medidas para la protección de la flora y fauna antártica. Londres, 1972: Convención para la conservación de las focas antárticas. Canberra, 1978: Convención para la conservación de los recursos vivos marinos antárticos. Madrid, 1991: Protocolo sobre protección del medio ambiente. 3. País Puente: Estado que limita con el Continente Antártico por medio de áreas oceánicas. Se consideran como “entradas o puertas” al territorio polar. 4 STA : Sistema del Tratado Antártico.
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del STA. Posteriormente,
se analizará la conducta
geopolítica antártica de los
principales países sudame -
ricanos y de otros actores
extra regionales de impor -
tancia, identificando los
intereses geopolíticos más
relevantes y distinguiendo
aquellos que podrían impul -
sar la cooperación, como
también los que podrían
conducir a una confron -
tación. Se determinará el
posible destino del “conti -
nente blanco”, analizando
las alternativas del STA, las
limitaciones y exigencias
que impone la globalización
a las relaciones internacio -
nales, a la integración regional, los intere -
ses geopolíticos y a la conducta regional
sudamericana. Finalmente se planteará
una “visión de futuro” respecto a la posi -
ble cooperación o confrontación interna -
cional y regional en materia antártica.
El Continente Antártico y el Sistema del
Tratado Antártico.
- El Sistema del Tratado Antártico (STA).
Entre los años 1957 y 1958 se desarro -
lló el “Año Geofísico Internacional”, en el
cual 12 países establecieron bases y tra -
bajaron coordinadamente en la investiga -
ción científica de la Antártica. El año 1959,
motivados por el trabajo desarrollado e
impulsados por Estados Unidos, estos 12
Estados firmaron en Washington el “Tra -
tado Antártico”, cuyo objetivo fue sustraer
al continente de conflictos, asegurar la paz,
mantener la región libre de controversias y
destinada a la investigación, como labora -
torio natural y reserva mundial.
El Tratado entró en vigor en junio de
1961. Actualmente lo integran 45 países,
12 de ellos miembros originarios, 5 inclu -
yendo a Chile. Posterior -
mente, se han firmado 3
convenciones y un proto -
colo, dando origen al Sis -
tema del Tratado Antártico.
Su vigencia fue estable -
cida en 1959, de acuerdo
al artículo XII del TA, por
un período de 30 años,
pudiendo ser modificado
o suspendido en cualquier
momento, con el consen -
timiento unánime de los
miembros consultivos.
En el artículo IV, el TA
congela las reclamaciones
de soberanía y establece
que ninguna actividad que
se lleve a cabo mientras se
encuentre vigente puede
constituir fundamento para hacer valer,
apoyar o negar una reclamación territo -
rial en la Antártica, ni para crear nuevos
derechos de soberanía de esta región.
El STA ha conseguido entre otras cosas:
- Mantener la paz en la región por más
de 40 años.
- Fomentar la cooperación e impulsar la
investigación científica.
- Sobrevivir a diferentes presiones,
implementando convenciones y proto -
colos complementarios que mantienen
el consenso general de sus miembros y
- Proteger el medio ambiente y ecosistema.
- Importancia geopolítica de la
Antártica.
A continuación expondremos no sólo
los principales valores geopolíticos de la
Antártica, sino que además los de carác -
ter geoeconómicos y geoestratégicos.
ÿ Soberanía.
Los Estados que tienen “Reclamacio -
nes pendientes de soberanía” (Artículo
IV del TA) son Argentina, Chile, Reino
5. En el TA se distinguen los países que tienen el status de “Consultivos” (derecho a voz y voto) y aquellos denominados “Adheren - tes” (sólo derecho a voz). Los 12 países signatarios originales se desglosan en 7 denominados “Territoriales” y 5 “Internacionales”, siendo los primeros aquellos que mantienen reclamaciones soberanas territoriales pendientes.
Monumento al Tratado Antártico. Isla Rey Jorge.
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Unido, Noruega, Australia,
Francia y Nueva Zelanda,
de acuerdo a la distribu -
ción que se indica en la
figura n° 1.
Chile declaró su sobe -
ranía entre los meridianos
53° y 90° de longitud Oeste
y Argentina hizo lo propio
entre el meridiano 25°
al 74° de longitud Oeste.
Sumado a lo anterior, y
tal como se muestra en
la figura n° 1, el Reino
Unido mantiene su reclamación entre los
meridianos 20° y 80° de longitud Oeste,
lo cual se sobrepone a gran parte de la
“Tierra de San Martín” y por lo menos a
la mitad de la “Tierra de O”Higgins”. 6
Por otra parte, en el sector com -
prendido entre el meridiano 90° y 150°
de longitud Oeste, (ver figura n° 1), nos
encontramos con una porción del terri -
torio antártico no reclamada por ningún
Estado y la porción de territorio recla -
mada por Noruega que no tiene clara -
mente especificado su límite exterior. En
otras palabras, el problema de reclama -
ciones territoriales es de
características complejas y
de no fácil solución.
El STA se ha encargado
de mantener las reclama -
ciones bajo control, en una
condición de “statu quo”,
sin embargo, ha fomen -
tado una “tierra de nadie”
o mejor dicho una “tierra
de todos” en el Continente
Antártico, al permitir abso -
luta libertad de tránsito y de
instalación de bases bajo el
amparo de la cooperación
en beneficio de la ciencia.
En otras palabras, los pro -
blemas de soberanía “con -
gelados” pero pendientes
constituyen un aspecto
geopolítico de real interés
en la Antártica, especial -
mente para aquellos países
reclamantes.
ÿ La Península Antártica.
El borde costero
antártico es de aproxima -
damente 23.000 Kms. de
longitud. Sin embargo, de
toda esa gran extensión
perimetral, existe un solo
lugar que ofrece un acceso expedito al
continente durante gran parte del año.
Esa “puerta de entrada” corresponde
a la península Antártica. 7 Producto de
encontrarse geográfica y físicamente
más alejada del Polo que el resto de la
periferia antártica, la península posee dos
características importantes: no está sujeta
a los inhóspitos efectos del clima que se
observa en latitudes más cercanas al Polo
y es la única zona del continente que no
está permanentemente cubierta de capas
de hielo y nieve.
Por lo tanto, sobre la península Antár -
tica, por sus cualidades
favorables para acceder al
“continente blanco”, recae
una presión geopolítica
que adquiere una significa -
ción muy particular para el
Cono Sur de América.
ÿ Recursos naturales.
Para comprender el
real valor geoeconómico
de los recursos naturales,
es interesante destacar que
no sólo debemos pensar
en la masa continental
polar, sino que además
debemos considerar la
gran reserva de recursos
6. Llamada Tierra de O”Higgins por nuestro país al Territorio Antártico Chileno y Tierra de San Martín, por Argentina, al territorio por ellos reclamado. 7. La Antártica: Algunas consideraciones geopolíticas. Ricardo Riesco, Centro de Estudios Públicos, Revista N° 25, 1987
Figura Nº1. Reclamaciones de soberanía.
Figura Nº2. Península Antártica.
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que se encuentran en las aguas polares,
en el denominado “Océano Austral”. 8
Los acuerdos generados con poste -
rioridad a la firma del TA han sido esta -
blecidos ante la incontrolada explotación
de la fauna marina y como una medida
de resguardar los recursos naturales del
continente.
En relación con los recursos natu -
rales, éstos están constituidos por las
algas, peces, moluscos, mamíferos, aves
marinas y krill.
Los recursos naturales en la Antártica
se pueden dividir en dos grandes grupos:
los renovables y los no renovables.
• Las algas juegan un rol preponde -
rante en el ecosistema como productoras
de materia orgánica y para la oxigena -
ción de las aguas, sirviendo además
como refugio de diversos organismos
animales y como fuente alimenticia para
herbívoros de hábitos costeros.
La explotación de las algas a nivel
mundial se ha incrementado en los últi -
mos años, debido a los diferentes usos
que a ellas se le dan:
¸ Consumo humano directo en países
como Japón, Indonesia, China,
México y Chile.
¸ Fertilizantes para la agricultura.
¸ Obtención de antibióticos o sustan -
cias bacteriostáticas en la industria
farmacéutica.
¸ Usos industriales como la prepa -
ración de cosméticos, bebidas de
néctar, productos envasados, mer -
meladas, galletas, confites, etc.
• Los peces registrados en el Océano
Austral superan las 200 especies diferen -
tes. Existe gran abundancia del bacalao,
constituyendo el 75% de los peces coste -
ros antárticos. Se estima que el consumo
de diferentes especies de peces antárti -
cos es de alrededor de 15,5 millones de
toneladas anuales. Lamentablemente,
un alto porcentaje de estas especies es
de lenta reproducción y prolongado cre -
cimiento, motivo por el cual una captura
desmedida se traduce en serios riesgos
de exterminación. Para poder solucio -
nar este problema, la “Convención para
la Conservación de los Recursos Vivos
Marinos Antárticos”, que entró en vigor
en 1982 como parte del Sistema del Tra -
tado Antártico, dispuso las medidas para
controlar la pesca en el Océano Austral.
• Los moluscos antárticos están repre -
sentados principalmente por los calama -
res, jibias y pulpos, los cuales juegan un
papel muy importante en el equilibrio
ecológico, por su alto consumo de Krill.
A su vez, los moluscos constituyen una
parte importante de la dieta de las focas,
pingüinos, aves oceánicas y peces.
La explotación comercial de los
moluscos ha sido escasamente desarro -
llada en la Antártica, debido probable -
mente a que la mayor parte de ellos son
de tamaño reducido y muy bajo valor
comercial.
• Los mamíferos marinos que habitan
en el Océano Austral constituyen un
apreciado recurso, por la calidad de su
piel, carne y grasa. Debido a estas par -
ticulares características, han sufrido una
sobreexplotación que, en algunos casos,
ha conducido a su casi exterminación.
Por tal motivo, hoy en día se encuentran
protegidos por la “Convención Interna -
cional para la Regulación de la Caza de
Ballenas” y por la “Convención para la
Conservación de las Focas Antárticas”.
Dentro de la gran variedad de mamí -
feros existentes en la Antártica, destaca
la “ballena Azul”, en primer lugar por
ser el animal más grande que ha existido
sobre la tierra y por su participación en
el equilibrio del ecosistema, al consumir
alrededor de 4 toneladas diarias de krill.
Durante la Primera Convención Inter -
nacional sobre la Ballena, suscrita por 36
países en Ginebra en 1931, se adoptaron
los primeros acuerdos respecto a la pro -
8. Algunos autores se refieren como “Océano Austral” a las aguas que bañan las costas antárticas y que son fluentes de los océa - nos Pacífico, Atlántico e Índico.
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tección y conservación de la ballena. En el
año 1979 y producto del riesgo de extin -
ción de varias especies, se prohíbe la caza
con barcos factorías y se declara el Océano
Índico como santuario de estos cetáceos.
• Las aves antárticas no han sido
consideradas hasta el día de hoy como
fuente de recursos, motivo por el cual no
poseen un gran valor comercial. Las aves
que más destacan por su abundancia
son los pingüinos, llegando a calcularse
en 70 millones de ejemplares, suscepti -
bles a ser explotados en el futuro por su
carne, grasa, vísceras, huesos y plumas.
Otras aves antárticas son los alba -
tros, petreles, gaviotas y golondrinas.
Todas ellas, en conjunto con las 7 varie -
dades de pingüinos, consumen anual -
mente alrededor de 20,3 millones de
toneladas de krill.
Finalmente, dentro de los recursos
renovables, el que ha adquirido gran
importancia durante las últimas décadas
del siglo XX y hasta el día de hoy es el Krill,
debido a que constituye una importante
fuente alimenticia por los altos valores
nutritivos que presenta, a tal punto que
ha sido considerado como “el alimento
del futuro para la humanidad”. Entre sus
variadas alternativas de procesamiento se
encuentran las sopas, colas, pastas, apana -
dos, harina, aceite, pigmentos y deshidra -
tado. La abundancia de krill en el Océano
Austral se debe al desequilibrio ecológico
producido por el hombre en la indiscri -
minada caza de cetáceos, mamíferos que
como se indicó, se caracterizan por las ele -
vadas cantidades de toneladas de krill que
consumen en forma diaria.
Los principales países que explo -
tan el krill son Estados Unidos, Japón,
Noruega, Nueva Zelanda, Australia, Ale -
mania, Polonia, Bulgaria, Corea del Sur,
Taiwán y Chile.
Estudios del Instituto Chileno Antár -
tico, (INACH) indican que la biomasa de
krill el año 2000 en el Océano Austral era
de 5.000 millones de toneladas, de la cual
se podría, sin riesgo para el ecosistema,
extraer una cantidad aproximada de 150
a 200 millones de toneladas anuales.
Hoy en día, de la totalidad de los produc -
tos del mar, se extraen alrededor de 90
millones de toneladas anuales.
Por su parte, los recursos no reno -
vables, cuyo interés se inicia a contar
del año 1972, durante la XII Reunión del
SCAR, 9 realizada en Canberra, Australia.
A contar de entonces y habiendo enten -
dido los países miembros del TA las
posibilidades económicas en términos
de recursos del tipo hidrocarburos, mine -
rales y energía geotérmica, inician una
activa campaña tanto en forma interna
como hacia los demás Estados, con el
propósito de adquirir una mejor posición
relativa para cuando llegase la hora de
tomar resoluciones respecto a la explo -
ración y explotación del continente.
Producto de esta actitud, muchos
países presionaron en la década de los
70 para que se iniciara la exploración y
explotación de la Antártica, conscientes
incluso de que esta medida significaba la
segura contaminación del continente.
Lo importante ahora es verificar
cuáles son los recursos naturales no
renovables y qué tanta certeza se posee
respecto a su real disponibilidad en el
Continente Antártico.
• Los minerales:
Las probabilidades de que en la
Antártica se encuentren grandes con -
centraciones de minerales parecieran ser
reales, teniendo en cuenta la “teoría del
supercontinente de Gondwana”, 10 la exis -
tencia de áreas mineralizadas en el resto
9. CSAR : Comité Científico de Investigación Antártica. 10. Gondwana fue la porción meridional de Pangea. En 1912 un geólogo alemán, llamado Alfred Weneger, basado en una serie de antecedentes dedujo que las tierras emergidas habían integrado en un comienzo una sola masa continental, a la cual bautizó Pangea (toda la tierra). No obstante, el Pangea habría iniciado un proceso de fragmentación durante el período geológico llamado Pérmico, hace unos 225 millones de años. De la distribución de continentes y animales se infiere que esta deriva se intensificó durante el período triásico (hace 200 millones de años) y concluyó en el Cretácico, unos 65 millones de años atrás, época en la que esta progresiva separación del Pangea dio origen a la actual fisonomía geográfica del planeta.
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de los continentes y las reconstrucciones
geológicas.
El problema radica en cómo loca -
lizar y llegar hasta esos minerales, ya
que sólo el 2% de la superficie terrestre
del continente es accesible (cimas de
montes y cerros) y todo lo demás se
encuentra cubierto por capas de hielo
que en algunos sectores supera los 3
kms. de profundidad.
Se ha encontrado hierro, cobre,
plata, oro, molibdeno y manganeso, pero
no en cantidades que justifiquen econó -
micamente su explotación. Pareciera ser,
según informes de geólogos expertos,
que el hierro es el mineral predominante
en los hallazgos efectuados. El cobre ha
sido encontrado casi exclusivamente en
áreas de la península antártica e islas
Shetland del Sur, lo cual es lógico consi -
derando la teoría de Gondwana y la pro -
longación de la Cordillera de los Andes.
En los fondos marinos del Océano
Austral se han encontrado extensas áreas
cubiertas por nódulos de manganeso.
Su principal importancia no radica pre -
cisamente en el manganeso, sino en el
cobre, níquel y cobalto que poseen. Sin
embargo, la concentración de estos mine -
rales depende de la latitud en la cual se
encuentran depositados, (mientras más
cerca al Ecuador, mayor es la concen -
tración mineral). En otras palabras, los
nódulos detectados cerca del Polo Sur, no
representan mayor importancia geoeco -
nómica por su bajo contenido metálico.
El carbón ha sido mencionado como
el más importante entre los minerales
no metálicos que se han detectado en la
Antártica, sin mayor importancia econó -
mica hasta la fecha.
• Los hidrocarburos
Son estos los recursos naturales no
renovables que han despertado el mayor
interés de la comunidad internacional,
debido a que se empiezan a agotar en
el resto del planeta y que su factibilidad
de explotación en la Antártica es mayor
que en el caso de los minerales. Algunas
potencias como Estados Unidos y Gran
Bretaña han desarrollado desde hace
varios años estudios científicos orienta -
dos a determinar las principales caracte -
rísticas de los mares australes en busca
de hidrocarburos.
La mayor probabilidad de encontrar
hidrocarburos se encuentra en la plata -
forma submarina, en la cuenca del mar
de Weddel, la de Bellingshaussen y la del
mar de Ross. Lamentablemente, no es la
península antártica una zona en donde
los estudios hayan indicado alguna pro -
babilidad de encontrar hidrocarburos.
ÿ Análisis de los Recursos Naturales.
Tal como se indicó en los párrafos
anteriores, se ha expuesto lo más impor -
tante y en forma genérica respecto a
los recursos naturales del continente
antártico. Es muy interesante destacar
en forma separada la situación en que
se encuentran actualmente los recursos
naturales renovables y los no renovables.
En el caso de los renovables, las
cifras de explotación que se menciona -
ron, las cantidades que se estima existen
de algunas especies, la importancia del
krill como elemento nutritivo y los ries -
gos a los cuales se ha expuesto a través
de los años el ecosistema regional, de
una u otra forma nos entregan una idea
del valor geopolítico y geoeconómico
que encierra el Continente Antártico y el
océano austral.
Con respecto a los recursos no renova -
bles, la situación es diferente. Aquí existe
un cierto grado de incertidumbre respecto
a su real existencia en cantidades que jus -
tifiquen la explotación, nos encontramos
con limitaciones en aspectos tecnológicos
al no poder acceder a las tierras que se
encuentran bajo los casi 3 kms. de pro -
fundidad de hielo que cubre el territorio
antártico y por lo tanto, obtenemos hasta
la fecha conclusiones inexactas, luego de
haber estudiado sólo el 2 % de la real masa
terrestre del continente.
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En la medida en que
avance el desarrollo tec -
nológico para explorar
en forma más concreta
el Continente Antártico,
aumentará el interés y
el valor geoeconómico
derivado de los recursos
no renovables del “conti -
nente blanco”. Por ahora,
es evidente su valor desde
un análisis de los recursos
renovables y es atrayente
el interés por determinar
sus reales cualidades desde el prisma de
los recursos no renovables, por lo cual
su valor geoeconómico adquiere matices
importantes, pudiendo llegar a ser un
posible motivo de confrontación inter -
nacional, especialmente cuando deban
distribuirse ciertas riquezas que posee el
continente o su mar adyacente.
ÿ Líneas de Comunicaciones.
En torno a la Antártica se ubican
espaciadamente Sudáfrica, Australia y
América del Sur, rodeados por los tres
océanos más grandes del mundo: Pací -
fico, Índico y Atlántico.
Las líneas de comunicaciones, tanto
marítimas como aéreas, adquieren un
importante valor geoestratégico. La ubi -
cación geográfica del Continente Antár -
tico, circundando el Polo Sur, permite
que las comunicaciones aéreas se reali -
cen por rutas transpolares intercontinen -
tales, reduciendo el trayecto a recorrer. 11
Complementariamente, en la Antártica
se han desarrollado pistas de aterrizaje
que permiten la operación de aeronaves
mayores, pudiendo ser empleadas como
bases de operaciones para aeronaves de
combate o bien como estaciones logísti -
cas en las rutas transpolares.
Con respecto a las
comunicaciones maríti -
mas, el área de intersec -
ción de los tres océanos
señalados anteriormente
posee características de
zona de confluencia para
las comunicaciones entre
Asia, Europa y occidente,
especialmente ante la
eventualidad de cierre en
los canales de Suez o de
Panamá. El paso de Las
Águilas, en el extremo Sur
de África o el Estrecho de Magallanes y el
paso Drake en Chile adquieren gran valor
geoestratégico. 12
ÿ Protección del medio ambiente.
Ante la creciente lucha contra la con -
taminación, el efecto sobre la capa de
ozono, las enfermedades pulmonares en
las grandes ciudades, los vertederos, las
descargas de desechos industriales, etc.,
la Antártica se presenta como un sistema,
filtro o pulmón purificador del planeta.
Al respecto, el 3 de octubre de 1991,
se aprobó en Madrid el Protocolo sobre
Protección del Medio Ambiente. En él, la
Antártica queda definida como “reserva
natural”, consagrada a la paz y a la ciencia.
ÿ Intereses hegemónicos.
“La valoración política de las tierras
antárticas desde la perspectiva regional
aparece fuertemente ligada a los apetitos
hegemónicos de algunas de las poten -
cias del Cono Sur de América”. 13
Algunos Estados Sudamericanos han
definido sus intereses hegemónicos en la
región, ya sea controlando directamente
los territorios antárticos que han sido
reclamados, o ejerciendo la supremacía
en el Atlántico Sur o controlando el paso
11. A modo de ejemplo, la ruta Santiago, con escalas en Pascua y Papeete, con destino final a Auckland en Nueva Zelanda, demanda un tiempo de vuelo de 20 horas, debiendo recorrerse una distancia de 13500 kilómetros. La ruta transpolar requiere sólo de 8.000 kilómetros cubiertos en un poco más de 10 horas. Es decir, esta ruta transpolar significa una reducción de casi el 50% en combustible, tiempo de vuelo y distancia. 12. Geopolitics of the southern Cone and Antarctic, editado por Philip Kelly y Jack Child, publicado en los Estados Unidos en 1988 por Lynee Rienner Publishers, pág. 191. 13. “Importancia Geopolítica de la Antártica”, Dr. Hernán Santis Arenas, Revista chilena de Geopolítica, Volumen 4, N° 1, pág. 110.
Figura Nº3. Tricontinental y Oceánica.
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Drake, como ruta de comunicación entre
el Pacífico y el Atlántico. En cualquiera
de los tres casos, de una u otra forma, se
observa el importante valor geopolítico
del Continente Antártico.
ÿ Posición estratégica para posibles
hipótesis bélicas.
Aunque el STA prohíbe toda acti -
vidad militar al Sur del Paralelo 60° S,
supongamos una hipotética situación en
la que el tratado caduca y se visualiza un
posible escenario bélico. En este caso, el
Continente Antártico adquiere una vital
importancia geoestratégica para:
– Dirigir ataques aéreos a cualquier con -
tinente que confluye hacia el Océano Aus -
tral, tal como se explicó anteriormente.
– Controlar o interrumpir las comuni -
caciones marítimas, especialmente en
las zonas de confluencia indicadas ante -
riormente en el título “Líneas de Comuni -
caciones”.
– Servir como base de operaciones
estratégicas de aeronaves de combate.
– Servir como base logística adelan -
tada para unidades que operen en los
mares polares.
No olvidemos que, durante la
Segunda Guerra Mundial, la Antártica
fue utilizada como base de operaciones y
ocultamiento de unidades alemanas. 14
ÿ Ventana al espacio cósmico.
De la fisonomía geográfica antártica
se puede visualizar una importante con -
sideración científica, hasta hace algunos
años desconocida, que reviste especial
significado geoestratégico.
El centro del Continente Antártico
alcanza grandes alturas. Es así como el Polo
Sur de la tierra se ubica a una altura cercana
a los 3000 metros sobre el nivel del mar.
Por otra parte, las bajas tempera -
turas producen en el Polo Sur un cons -
treñimiento de la dilatación vertical de
las distintas capas atmosféricas. Se ha
determinado que la troposfera en el Polo
Sur se encuentra a una altura de entre 6,5
a 7,5 kms. 15 En consecuencia, en el centro
del Continente Antártico se encuentra la
región del planeta que posee la más
expedita comunicación entre la tierra y el
espacio extra atmosférico.
Geopolíticamente, la Antártica actúa
como una verdadera “ventana abierta
al espacio cósmico”, 16 cuyas proyeccio -
nes, además de ser de interés científico,
pueden adquirir valor estratégico para
aquellas potencias que consideran el
dominio del espacio cósmico en sus polí -
ticas de defensa.
El análisis de los diferentes aspectos
mencionados permiten afirmar que:
• La importancia del Continente
Antártico se relaciona con aspectos
geopolíticos, geoeconómicos y geoes -
tratégicos, como el hecho de proyectar
influencia en el paso interoceánico entre
los océanos Pacífico y Atlántico, poseer
características trioceánicas, contar con
14. “Debido a las hostilidades, la Armada alemana inició operaciones para atacar el tráfico mercante aliado, utilizando las aguas subantárticas como refugio para el ocultamiento secreto de sus unidades y la Isla de Kerguelen como base. Desde dicho lugar operaron los cruceros auxiliares Pinguin y Komet, los cuales hundieron un total de 193 mil toneladas de buques aliados y al buque Insignia de la Armada australiana, el crucero “Sydney”, interrumpiendo con ello las rutas marítimas por el Océano Índico”. “Importancia geoestratégica de la Antártica”, CN Sr. Hernán Ferrer Fouga, Revista Chilena de Geopolítica, Volumen 4 N° 1, 1987, pág. 118. 15. En otras regiones del mundo, la altura promedio de la troposfera se encuentra entre los 14 a 15 kms. 16. La Antártica: Algunas consideraciones geopolíticas. Ricardo Riesco, Centro de Estudios Públicos, Revista N° 25, 1987.
Figura Nº4. Ventana al espacio.
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una importante reserva de recursos y
constituir una posición estratégica de
significación.
• La importancia geoeconómica del
Continente Antártico es la generación
de recursos naturales, alimenticios,
minerales y energéticos. En la medida
en que la sociedad requiera de estos
insumos, las formas de explotación y
la distribución podrían ser motivos de
confrontación.
• La península antártica, en su calidad
de única “puerta de acceso al Continente
Antártico”, reviste una importancia
geopolítica de gran significación, especial -
mente para aquellos países como Chile y
Argentina en su calidad de “puente” de
acceso a la península y al continente.
• El STA constituye un acuerdo de
características jurídicas único en el
mundo. La condición de “statu quo”
en las reclamaciones territoriales ha
permitido evitar la confrontación y pro -
gresar sinérgicamente en los trabajos
científicos, fomentando la cooperación y
el entendimiento internacional.
• Los diferentes acuerdos posteriores
al TA (Convenciones y Protocolos) son
una prueba concreta de que se puede
mantener la paz y llegar a consensos
internacionales, incluso en materias
tan complejas como la preservación del
medio ambiente, la protección de la flora
y fauna y la restricción en la explotación
de recursos naturales.
Intereses Geopolíticos en la Antártica.
– Intereses geopolíticos antárticos de
Estados Sudamericanos.
ÿ Argentina.
• Inserción en el STA.
Argentina es uno de los 12 Estados
consultivos originales del TA y uno de los
7 reclamantes de soberanía. 17 Sus títulos
soberanos se basan en los siguientes
aspectos principales:
¸ Aplicación del principio de derecho
“Uti Possidetis Juris”. 18
¸ Llegada al continente 2 años antes
que los registros británicos, norte -
americanos o rusos. 19
¸ Proximidad geográfica y continuidad
geológica.
¸ Exploraciones y salvamentos lleva -
dos a cabo desde 1903.
¸ Ocupación permanente e inicio de la
actividad administrativa, científica y
técnica desde 1904.
• Política Antártica.
A través de los años, Argentina ha
realizado diversas actividades, incluyendo
las observaciones científicas, la operación
de estaciones postales y de radio, el
establecimiento de colonias de familias,
nacimientos de ciudadanos argentinos
y mantenimiento de un registro civil
en la Antártica. En resumen, la política
Argentina es, por decirlo de alguna
forma, “pro activa”. Mantiene vigentes
sus derechos soberanos, participa en las
actividades que se desarrollan, hace énfa -
sis en la Antártica en su “Libro Blanco de
la Defensa” y mantiene motivada a su
población respecto a la importancia de la
“Tierra de San Martín”.
“Existe conciencia antártica desarro -
llada en Argentina y una profunda creen -
cia de que el país no estará completo
hasta que las partes que lo integran (sud -
americana, insular, antártica y mar argen -
tino) estén bajo total control argentino”. 20
Para ejemplificar lo indicado ante -
riormente, podemos señalar que en el
D.S. N° 46 del presente año, el presidente
17. De acuerdo al artículo IV del TA, se reconoce esta reclamación, se mantiene en condición de “statu quo” y no puede ser modi - ficada mientras se encuentre vigente el Tratado. 18. Las partes de un Tratado retienen la posesión de lo que adquirieron por la fuerza durante una guerra. 19. En 1818, cazadores de focas en barcos matriculados en el Río de la Plata, entre ellos el Espíritu Santo y el San Juan Nepomuceno, habrían frecuentado ya el Continente Antártico. 20. Geopolitics of the Southern Cone and Antarctic, editado por Philip Kelly y Jack Child, publicado en los Estados Unidos en 1988 por Lynee Rienner Publishers, pág. 194.
MARCELO GÓMEZ GARCÍA
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Kirchner declaró el “Año de la Antártica
Argentina”, 21 por cumplirse el centenario
de la primera expedición trasandina en el
territorio antártico.
• Principales intereses geopolíticos
¸ Las Islas y archipiélagos entre Suda -
mérica y la Antártica, agrupadas en
dos categorías:
¸ Las islas del Arco de Scotia 22 y las
Malvinas, todas de gran valor para
proyectar su posición hacia el “con -
tinente blanco”, controlar las comu -
nicaciones marítimas entre el cono
sudamericano y la Antártica y restar
fuerza a las reclamaciones de sobe -
ranía por parte de Gran Bretaña. 23
¸ Los aspectos geoeconómicos, deri -
vados de las reservas naturales,
energéticas, alimenticias y minerales
existentes en el Continente Antártico.
¸ Los aspectos geoestratégicos rela -
cionados con las comunicaciones
aéreas transpolares y control de las
comunicaciones marítimas.
ÿ Brasil
• Inserción en el STA.
Brasil ingresó al TA en 1983, como
miembro consultivo, después de 24
años desde que se puso en vigor el tra -
tado y una vez que entendió que para
sus pretensiones hegemónicas en el
cono Sur debe participar de las activida -
des del territorio antártico.
• Política Antártica.
En 1956, los geógrafos brasileros
Teresinha de Castro y Delgado de Car -
valho postularon que “todo país marí -
timo sudamericano, cuya proyección
hacia el Polo Sur no es interferida por
otro Estado, tiene derecho sobre una
porción del Continente Antártico, deli -
mitada por la proyección de los meridia -
nos que pasan por los puntos extremos,
oriental y occidental, de sus respectivas
costas.
Esta teoría, denominada “Del Frente
o Defrontação” despertó el interés en
naciones como Perú, Ecuador y Uruguay,
quienes hasta esa fecha no tenían ambi -
ciones en el Continente Antártico.
• Principales intereses geopolíticos.
Dada la importancia geopolítica,
geoestratégica y geoeconómica del Con -
tinente Antártico y el interés de Brasil
por asumir el liderazgo en América del
Sur, como primer paso para convertirse
en potencia mundial, es evidente que su
principal interés geopolítico es no man -
tenerse al margen de las actividades que
sucedan tanto en el Atlántico Sur, como
en el Océano Austral y en el “continente
blanco”. 24
21. Decreto Supremo N° 46 / 2004 “Declárase al año 2004 “año de la Antártica Argentina”. Dispónese que a partir del 1 de enero del 2004 toda la papelería oficial a utilizar en la administración pública nacional deberá llevar en el margen superior derecho un sello con la leyenda “2004 – Año de la Antártica Argentina”. El Poder Ejecutivo Nacional considera un deber concienciar a la población acerca de la importancia que reviste para el país la soberanía de su territorio y especialmente la soberanía sobre el sector antártico argentino”. 22. El Arco de Scotia está formado por las Georgias del Sur, Sándwich del Sur Órcadas del Sur y Shetland del Sur. Estas islas poseen un valor geopolítico especial como señalizadoras del límite natural entre el Atlántico y el Pacífico. 23. Aquel Estado al cual pertenezcan estas islas, se encontrará en una mejor posición para reforzar sus reclamos antárticos. Actual - mente, Gran Bretaña posee las Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, encontrándose las otras dentro del área del TA, por lo cual su soberanía no está definida. 24. En opinión personal del autor, la teoría del Frente sólo responde a la necesidad de Brasil de poder justificar de alguna forma sus supuestos derechos en la Antártica, con el propósito de contribuir a sus ambiciones hegemónicas en América del Sur.
Figura Nº5. Arco de Scotia.
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ÿ Chile.
• Inserción en el STA.
Chile participó en el AGI 25 en 1958.
Posteriormente, aportó la idea central
sobre la cual se fundamenta el TA y es
miembro originario del tratado.
Los fundamentos de la reclamación
de soberanía efectuada en 1940 son
similares a los ya señaladas para Argen -
tina. El derecho “Uti Possidetis Juris”, 26
la proximidad geográfica y continuidad
geológica y la ocupación permanente,
administración, regulación y actividad
política y diplomática ejercida a contar
del año 1906.
• Política antártica.
En la Política Antártica Nacional pro -
mulgada el año 2000, los objetivos esta -
blecidos en ese documento son:
¸ Proteger los derechos antárticos de
Chile, participando en el STA.
¸ Consolidar la institucionalidad antár -
tica nacional.
¸ Fortalecer la participación de la
región de Magallanes y promover las
facilidades continentales para servir
de “puente” a la Antártica.
¸ Preservar la paz, cooperación, activi -
dades científicas y reserva ecológica.
¸ Conservar los recursos vivos, desa -
rrollar la pesca austral y promover el
turismo.
• Principales intereses geopolíticos.
En opinión del autor, la política
antártica nacional no permite extraer en
forma clara y simple cuáles son los inte -
reses geopolíticos de nuestro país en el
“continente blanco”. Sin embargo, luego
de analizar en detalle este documento, es
posible señalar lo siguiente:
¸ La defensa de los derechos sobera -
nos, respetando la actual condición
de “statu quo” establecida en el artí -
culo IV del TA.
¸ Las reservas naturales, energéticas,
minerales y la proyección turística.
¸ La protección del medio ambiente y
ecosistema.
¸ Las conexiones estratégicas en mate -
ria de transporte y comunicaciones. 27
25. Año Geofísico Internacional 26. Al independizarse de España, Chile adquirió la propiedad absoluta de todas las tierras asignadas por la Madre patria, inclu - yendo la región Antártica adyacente a Sudamérica. 27. Particularmente con respecto a este último interés expuesto, la Política Antártica Nacional es bastante general, pero sin temor a equivocarme, debe contemplar la importancia geopolítica y geoestratégica del paso Drake, como punto de unión entre los océanos Pacífico y Atlántico y de las líneas de comunicaciones aéreas transpolares ya descritas anteriormente.
Figura Nº6. Teoría de Defrontaçâo
MARCELO GÓMEZ GARCÍA
22 Base Capitán Arturo Prat23 Base General Bernardo O’Higgins24 Base Pdte. Eduardo Frei25 Base Teniente Luis Carvajal26 Base Luis Risopatrón27 Base Pdte. Gabriel González Videla
28 Estación Fildes29 Estación Ardley30 Estación Escampavía Yelcho31 Refugio Bahía Yankee32 Refugio Comodoro Guesalaga33 Refugio Punta Spring
TERRITORIO CHILENO ANTÁRTICO
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149
ÿ Perú.
• Inserción en el STA.
Perú logró ser país miembro consul -
tivo del TA en 1989 y desde entonces está
participando en los foros internacionales
relacionados. 28
• Política antártica.
La política antártica peruana se
encuentra definida en el DS. N° 016-2002-
RE del 27 de febrero del 2002, 29 siendo su
objetivo principal el de consolidar la pre -
sencia activa y permanente en la Antár -
tica y su status consultivo del TA.
• Principales intereses geopolíticos.
Es muy interesante el enfoque que
da el Instituto Antártico del Perú a los
intereses geopolíticos que lo relacionan
con el territorio antártico.
“Perú es un país capaz de decidir e
influir en los acontecimientos e intere -
ses que demuestren los países sobre el
Continente Antártico. Quiere participar
en el control del paso Drake, en caso del
cierre del canal de Panamá. Siendo una
realidad la existencia en la Antártica de
recursos alimenticios, hídricos, minera -
les, energéticos, entre otros, el Perú debe
estar presente cuando llegue la hora de
su explotación y distribución efectiva”. 30
En otras palabras, reconoce, sin
mayor argumentación de derecho, su
interés geoestratégico en el paso Drake y
geoeconómico en los recursos naturales
del Continente Antártico.
Otros Estados con intereses en la
Antártica.
Para complementar el trabajo de inves -
tigación y consciente de que Sudamérica
está inserta en un escenario mundial, es
necesario analizar a otros actores no regio -
nales que han influido en la Antártica. Par -
ticularmente, expondremos la situación de
Gran Bretaña y Estados Unidos.
ÿ Gran Bretaña.
Gran Bretaña fue el primer país en
hacer una reclamación de soberanía,
la cual incluyó parte de las tierras de
O”Higgins y San Martín. 31 Es discutible
esta posición, especialmente por las dife -
rencias jurídicas que existen entre “recla -
maciones por descubrimiento”, como es
el caso de Inglaterra, Estados Unidos y
Noruega y reclamaciones por “herencia
histórica”, como las efectuadas por Chile
y Argentina. La reclamación de su Majes -
tad se basa en la proyección hacia el Polo
Sur de las islas Falklands.
Junto con concordar con los intere -
ses geoeconómicos y geoestratégicos ya
señalados, Gran Bretaña requiere mante -
ner posiciones insulares 32 en el Atlántico
Sur, para proyectar sobre la Antártica sus
ambiciones territoriales y para contar con
posiciones estratégicas que le permitan
establecer bases logísticas adelantadas
ante una hipótesis bélica en la región.
ÿ Estados Unidos.
Con posterioridad a la Segunda
Guerra Mundial, Estados Unidos se vio
enfrentado a definir su posición ante las
reclamaciones de soberanía antártica
que planteaban Argentina, Gran Bre -
taña y Chile. De acuerdo al tratado de
Río de Janeiro, 33 debía apoyar a Chile
y Argentina, en su calidad de garante
de la seguridad regional. Sin embargo,
no estaba dispuesto a contrariar a Gran
28. En julio del 2002, en reunión celebrada en Shangai, el Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR), admitió como Miembro Pleno a Perú, en virtud a las investigaciones científicas que ha realizando desde 1988 en el Continente Antártico. 29. La política Antártica del Perú abarca 4 puntos principales: Perfeccionar y adecuar su actual institucionalidad en materia de asuntos antárticos, Promover la participación de Instituciones del Estado y sociedad civil, Promover la investigación científica y Contar con infraestructura y tecnología para fomentar la presencia activa y permanente en la Antártica. 30. Información obtenida de una exposición dictada en el Instituto Antártico Peruano (INANPE), disponible en la página web de ese organismo. WWW.inanpe.pe.org 31. En las Cartas Oficiales del gobierno inglés del 21 de julio de 1908 y del 28 de marzo de 1917, reclama como dependientes de las Islas Falkland a todas las islas y territorios entre los 20° y 50° de longitud Oeste de Greenwich que están situadas al sur del paralelo 50° latitud Sur y todas las islas y territorios entre los 50° y 80° de longitud Oeste de Greenwich y al Sur del paralelo 58° de latitud Sur. 32. Las Falklands, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. 33. También conocido como “Pacto Interamericano de ayuda mutual”. Es el tratado de defensa recíproca firmado en Río de Janeiro por los principales Estados americanos en el año 1942.
GEOPOLÍTICA SUDAMERICANA Y LA ANTÁRTICA
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Bretaña. En 1951, propone establecer
un “condominio antártico”, el cual
sólo apoya Gran Bretaña. Chile, en res -
puesta, propuso un “Modus Vivendi”
que alejara las amenazas de conflicto,
que creara un acuerdo de cooperación
científica y que postergara por 5 años
las reclamaciones territoriales. 34 Esta
fue una de las bases que impulsaron
posteriormente el TA en 1959.
Con respecto a los intereses geopo -
líticos antárticos de Estados Unidos, en
su calidad de superpotencia, adquiere
especial interés aquellos de índole
geoeconómica. “Estados Unidos está
buscando petróleo y minerales bajo el
pretexto de la ciencia. Incluso proyectos
que se presumen puramente científicos,
como la investigación del debilitamiento
de la capa de Ozono, han motivado
sospechas” .35 Por otra parte, debemos
reconocer que ha desarrollado un gran
despliegue hacia el “continente blanco”,
estableciéndose en el Polo Sur (Base
Amundsen Scott), y en otras 3 bases ubi -
cadas en la península Antártica.
Intereses comunes que permiten
identificar objetivos integrados en
América del Sur.
ÿ Soberanía.
La soberanía constituye el primer
interés geopolítico común entre varios
Estados y particularmente en el caso
regional, entre Argentina y Chile.
Antes de indicar que se podría estar
frente a un interés confrontacional, es inte -
resante citar la “Declaración Conjunta de
Santiago”, realizada por Chile y Argentina
en el mes de marzo del año 1948: “Ambos
gobiernos actuarán de común acuerdo
en la protección y defensa jurídica de sus
derechos en la Antártica Sudamericana,
comprendida entre los meridianos 25° y
90° de longitud Oeste de Greenwich, en
cuyos territorios se reconocen Chile y la
República de Argentina incuestionables
derechos de soberanía” .36
Esta Declaración no soluciona los
diferendos limítrofes entre ambos Esta -
dos, pero constituye una respuesta de
cooperación e integridad regional entre
dos países sudamericanos ante la ame -
naza representada por Gran Bretaña a un
objetivo geopolítico común.
ÿ Recursos naturales.
Los recursos naturales, renovables
y no renovables, del Continente Antár -
tico y del Océano Austral constituyen
un interés geoeconómico común, tanto
regional como mundial. Los convenios
realizados desde la puesta en vigor del
TA son una muestra de la necesidad
de resguardar las especies para evitar
su sobre explotación. Una integración
regional podría ser una buena forma
de fortalecer la posición sudamericana
en las futuras decisiones respecto a la
explotación de dichos recursos. El pro -
blema se podría producir en la etapa de
distribución de los productos explota -
dos. En ese caso, para evitar la confron -
tación sería necesario adoptar nuevos
acuerdos entre los Estados miembros
del STA. En caso contrario, podría llegar
a primar la “ley del más fuerte”, con un
consiguiente foco de confrontación de
características importantes.
ÿ Líneas de Comunicaciones.
Chile, Argentina y Perú han manifes -
tado el interés por tener participación en
el control del paso Drake. No se puede
asegurar la conformación de alianzas
en torno a este interés común, pero ya
34. Conocida como la Declaración “Escudero”, que proponía cambiar y solucionar los problemas políticos mediante el reemplazo por la cooperación e investigación científica. Esta brillante idea del Sr. Escudero en el año 1951 ha evitado las disputas y ha fomentado la paz y la colaboración por casi 60 años. 35. Geopolítics of the Southern Cone and Antarctic, editado por Philip Kelly y Jack Child, publicado en los Estados Unidos en 1988 por Lynee Rienner Publishers, página 193. 36. “Desarrollo Chileno de la Soberanía Antártica”, del CN Sr. Rubén Scheihing Navarro. Revista chilena de Geopolítica, Vol 4 N° 1, pág. 30.
MARCELO GÓMEZ GARCÍA
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151
existen muestras en esa
dirección entre Chile y
Argentina. 37
El caso de Perú llamó
la atención en el proceso
de investigación del pre -
sente trabajo, ya que como
se indicó, públicamente
reconoce su interés en el
paso Drake, sin expresar
mayores argumentos geo -
gráficos o jurídicos.
ÿ Protección del medio
ambiente.
El resguardo del
medio ambiente antár -
tico constituye un interés
geopolítico de connota -
ción mundial. La impor -
tancia que reviste para
el futuro de la sociedad
podría ser motivo para
trabajar en conjunto entre los países
sudamericanos en beneficio de mante -
ner el equilibrio del ecosistema y fisca -
lizar la contaminación en la península
Antártica. 38
ÿ Las características de la península
Antártica.
Chile manifiesta en su política antár -
tica su interés por potenciar la XII región,
en su calidad de “país puente” hacia el
territorio blanco. En opinión del autor, la
visión tanto de Chile como de Argentina
respecto a la importancia de la península
Antártica como “puerta de entrada prin -
cipal al Continente Antártico” debería
constituir un interés geopolítico común
que fomentara la integración.
Intereses que podrían
generar confrontación.
Los intereses geopo -
líticos de mayor sensibili -
dad que podrían generar
confrontación 39 son :
– Las “demandas
de soberanía”, pese a
encontrarse actualmente
en una condición de
“statu quo”.
– La lucha por “estar
presentes al momento de
repartir los recursos natu -
rales”, tal como lo señala
Perú en su “política antár -
tica”.
– La lucha por la
“hegemonía en el Atlán -
tico Sur” y eventual -
mente por el control del
paso Drake. 40
– Conclusiones parciales
ÿ Los intereses geopolíticos de los
países sudamericanos en el territo -
rio antártico son en general simila -
res, variando en aspectos de forma
y percepción de derechos. Básica -
mente se relacionan con soberanía,
recursos naturales, control de líneas
de comunicaciones, aspectos geoes -
tratégicos y protección del medio
ambiente.
ÿ Estados Unidos, en su calidad de
líder del nuevo orden mundial unipo -
lar, adquiere un rol fundamental en
las futuras decisiones que se adop -
ten en materia antártica.
ÿ La Declaración de Santiago de 1948
constituyó en su oportunidad un
37. La Patrulla Antártica Naval Combinada que se desarrolla a contar del año 1998 entre las Armadas de Chile y Argentina para el resguardo y la seguridad de las naves y dotaciones que concurren a la Antártica en los meses de diciembre a marzo de cada año, constituye un ejemplo actual y real de cooperación entre ambos países para el control y resguardo de las Líneas de Comu - nicaciones Marítimas, no tan solo en el Paso Drake, sino que en el Territorio Antártico, tierra de O”Higgins y de San Martín. 38. En la entrevista efectuada al Director del Instituto Antártico Chileno y a sus homólogos de Perú y Ecuador, se aprecia la preocu - pación de todos ellos por la amenaza que representan los problemas medioambientales a la Antártica y al mundo en general. 39. Entendamos por Confrontación “aquello que se aleja de la cooperación y que podría llevar a un determinado conflicto entre Estados” (Definición del autor en el contexto del trabajo que se desarr olla). 40. Históricamente, Argentina se ha movilizado siempre en la búsqueda de controlar el acceso interoceánico del paso Drake y con ello a su vez, controlar el Atlántico Sur. Brasil por su parte, cuyos geopolíticos permanentemente expresan el destino manifiesto de su hegemonía, incluyen el control del Atlántico Sur. Curiosamente, como ya se indicó, de acuerdo a los escritos y literatura geopolítica moderna, Perú también manifiesta sus intereses hegemónicos en el Atlántico Sur.
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claro ejemplo de integración regio -
nal, ante la posición de Gran Bretaña
frente al Continente Antártico.
ÿ Los principales intereses que a juicio
del autor pueden ser fuente de con -
flicto en el futuro son: las disputas
territoriales, 41 la lucha por los recur -
sos naturales y su distribución y el
control de los espacios marítimos.
El destino del Continente Antártico.
¿Cooperación o Confrontación?
– La Globalización y su influencia en
la Confrontación.
Se entiende por globalización como
la “creciente interdependencia econó -
mica mundial, debido al aumento de
volumen y variedad de las transaccio -
nes de bienes y servicios entre países,
el aumento de flujos internacionales de
capitales y también a través de la cada
vez más rápida y amplia difusión de la
tecnología”. 42
Esta definición, descrita desde una
perspectiva económica, nos señala
el fenómeno que estamos viviendo a
diario en casi todo el planeta. La interde -
pendencia que enmarca las relaciones
internacionales hace cada día más com -
plejas las decisiones en política exterior
de un Estado.
La globalización no es exclusividad
de los acuerdos económicos, sino que
ha ingresado a otras esferas, como los
aspectos científicos, medioambientales,
energéticos y de resguardo de las reser -
vas naturales de la humanidad.
Cómo se explica que en 43 años de
TA, los Estados miembros han aumen -
tado de 12 a 45 y cada día existe más
interés en todas las materias que se rela -
cionan con la Antártica. Esto se debe en
parte a que los intereses geoeconómicos
han adquirido mayor relevancia y en
parte al fenómeno de la globalización, en
donde el destino del Continente Antár -
tico es cada vez más entendido como un
interés mundial.
En consecuencia, si bien es cierto hoy
en día los actores internacionales inte -
resados en el Continente Antártico han
aumentado, también se debe reconocer
que la globalización implica que las posi -
bilidades de confrontación sean cada vez
más difíciles y complejas, por la interde -
pendencia entre todos los interesados.
– La integración regional y su
relación con la Cooperación.
Otro de los fenómenos que caracteri -
zan al mundo moderno es la Integración
Regional. Definida como un “proceso de
complementación entre dos o más Esta -
dos con el propósito de lograr beneficios
en cuanto a desarrollo, bienestar y segu -
ridad” . 43
En opinión del autor, el Cono Sur
puede conformar una integración regio -
nal en relación con la Antártica, con lo
cual nos acercamos más a la posibilidad
de cooperación que de confrontación.
Particularmente en lo que respecta a
la “puerta de entrada” al “continente
blanco” a través de la península antár -
tica, tal como ya se señaló, Chile y Argen -
tina tienen hoy una oportunidad única de
integración, con el propósito de explotar
y hacer valer esta privilegiada posición
geográfica ante los demás Estados inte -
resados en el continente.
Por otra parte, es muy interesante
lo expuesto por el Sr. Director del Insti -
tuto Oceanográfico de la Armada y del
Programa Antártico Ecuatoriano en res -
puesta a una pregunta que le formulara el
autor, al hacer referencia a la reunión de
“Administradores de Programas Antárti -
41. Asumiendo una hipótesis en la cual el STA ha dejado de ser el sistema jurídico rector. 42. “Geopolítica, Evolución y vigencia a fines del Siglo XX”, pág. 203, del CN IM Sr, Jaime Sepúlveda Cox, profesor de la Academia de Guerra Naval. Cabe señalar que la definición citada no es la única existente. En este caso, es una definición desde la pers - pectiva económica y cumple con reflejar la interdependencia característica de la globalización. 43. Geopolítica, evolución y vigencia a fines del Siglo XX”, del CN IM Sr, Jaime Sepúlveda Cox, manual de fines de instrucción de propiedad de la Academia de Guerra Naval, pág. 211.
MARCELO GÓMEZ GARCÍA
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153
cos Latinoamericanos” (RAPAL 44), como
un ejemplo de más de una década en que
se fomenta y practica la integración regio -
nal ante los desafíos antárticos, al haber
manifestado: “Todas las actividades que
RAPAL desarrolla deben ser efectuadas
en los marcos y esquemas jurídicos que el
Sistema para el Tratado Antártico exige.
El desarrollo y la cooperación están basa -
dos en los articulados del tratado y las
conveniencias posteriores. No imagino
la administración del Continente Antár -
tico sin la vigencia indefinida del Sistema
para el Tratado Antártico. Es probable
que se puedan efectuar modificaciones al
tratado, pero sin lugar a dudas dentro del
espíritu para el cual fue creado”.
− La Antártica, el STA y los intereses
geopolíticos.
El STA constituye en sí un marco jurí -
dico único que ha logrado por 43 años
un “modus vivendi” pacífico, reforzando
sus atribuciones jurídicas por medio de
convenciones y protocolos cada vez que
ha sido necesario.
Concluimos en el capítulo anterior
que los intereses geopolíticos de mayor
sensibilidad que podrían generar con -
frontación son las demandas de sobera -
nía, la distribución de recursos naturales,
los intereses hegemónicos en el Atlán -
tico Sur y eventualmente en el control
del paso Drake.
Es interesante entonces analizar el
STA y los posibles focos de confrontación.
En opinión del autor, considerando las
exigencias y limitaciones que impone la
interdependencia en las relaciones inter -
nacionales y la tendencia actual a con -
formar integraciones de cooperación, la
única alternativa para que la confrontación
sea la característica del futuro en materia
antártica sería producto del quiebre de las
normas y obligaciones dispuestas por el
STA. Los motivos que invoque algún actor
internacional para no respetar la actual con -
dición jurídica de la Antártica podrán ser
entendibles, especialmente aquellos que
se relacionan con necesidades básicas (ali -
mentos o energéticos). Sin embargo, quien
intente sobrepasar las disposiciones del
tratado debe estar dispuesto al rechazo y
las sanciones del resto de los miembros del
STA y de la Comunidad Internacional. En
resumen, la confrontación en el Continente
Antártico requiere la anulación del actual
sistema jurídico impuesto por el STA.
− Alternativas para el futuro del STA
Analicemos ahora cuáles son los
posibles destinos del STA. Un intere -
sante trabajo de tesis realizado por un
alumno de la Academia de Guerra Naval
en el año 2003, 45 describe las siguientes
tres alternativas:
ÿ La vigencia indefinida y si es
necesario el refuerzo del STA.
ÿ La enmienda del STA para inter -
nacionalizar el Continente. 46
ÿ La Extinción del STA.
Veamos los efectos previsibles en
cada una de las alternativas indicadas.
44. RAPAL: Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos, realizada anualmente desde 1987, cuyo princi - pal objetivo es vigorizar la presencia de los países sudamericanos en la Antártica, propiciar, fomentar y coordinar la participa - ción de científicos y técnicos en la región, aprovechar las capacidades de la región en material científica, logística, operativa y jurídica, intercambiar información antártica entre los países de la región y armonizar las legislaciones internas de cada país tendientes a una mayor cooperación antártica. 45. Tesis para obtener grado académico de Magíster, presentada por el CDG Sr. Jorge Velásquez R. (FACH) en la ACANAV año 2003. Capítulo 4, pág. 90. 46. El término Internacionalizar define la transferencia de manejo de la región y sus recursos de los miembros del STA a un cuerpo más universal, como las Naciones Unidas. Recordemos que, en el año 1984, 21 Estados (sobre un total de 54 miembros votantes), se pronunciaron en las Naciones Unidas respecto a proclamar la Antártica como “Patrimonio Común de la Humanidad”. Las consecuencias de esta iniciativa pueden ser altamente perjudiciales, ya que se perdería por completo el concepto de sobe - ranía y se convertiría al territorio Antártico en una “tierra de todos y a la vez la tierra de nadie”, difícil de administrar y probable fuente de regulares conflictos por intereses contrapuestos.
ALTERNATIVAVigencia del STA EFECTOS PREVISIBLES - Mantención de actual statu quo en deman - das soberanas.- Limitaciones en la explotación de recursos naturales.- Protección del ecosistema.- Posibilita nuevos acuerdos, protocolos o convenciones adicionales para solucionar pacíficamente futuras controversias.
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Una Internacionalización, es decir,
declarar al Continente Antártico como
“patrimonio de la humanidad”, implica
en primer lugar la pérdida absoluta de
cualquier tipo de derecho soberano en
el Continente, por lo cual ya estaríamos
frente a un posible conflicto debido a los
Estados que no acepten la internacionali -
zación. En segundo lugar, implica traspa -
sar la administración de la Antártica a un
organismo como las Naciones Unidas.
Lamentablemente, debemos reconocer
que por muy poderosa que sea la organi -
zación, siempre tendrá vulnerabilidades
ante las potencias líderes del mundo. Por
lo tanto, la internacionalización pareciera
ser más conflictiva que cooperativa, en
donde el más fuerte o la potencia líder
tiene mayores probabilidades de hacer
valer su voluntad.
El término del STA no es una alterna -
tiva factible sin que haya otro mecanismo
jurídico de control y mantención de la
paz. En caso contrario, no cabe duda que
el conflicto por los antiguos intereses
geopolíticos y la lucha por la explotación
de los recursos naturales será la caracte -
rística principal en la región.
En opinión del autor, ninguna de las
dos posibilidades indicadas anterior -
mente es viable en un mundo globali -
zado, que avanza hacia el desarrollo, la
cooperación y el progreso, incluso si la
disputa fuese por los intereses geopolí -
ticos indicados como conflictivos en el
capítulo anterior.
− Visión de Futuro
Es posible que el Continente Antár -
tico sea fuente de confrontación en el
futuro, mayoritariamente por intereses
secundarios, cuya solución se enmar -
que en el accionar diplomático y acuer -
dos, incluso con nuevos protocolos o
convenciones al STA. Un conflicto de
carácter mayor, con intereses vitales en
disputa, en opinión del autor, tiene una
baja probabilidad de ocurrencia, debido
fundamentalmente a los aspectos seña -
lados de la compleja interdependencia
generada por la globalización, a las
fuertes presiones que podrían generar
las integraciones regionales o potencias
mundiales y al convencimiento de que
el camino a seguir se orienta hacia la
ruta de respetar, mantener y potenciar
si es necesario el actual STA.
Por lo tanto, la visión de futuro que
el autor propone es que: “el continente
blanco seguirá siendo motivo de coope -
ración, desarrollo y progreso entre los
Estados. Los avances tecnológicos per -
mitirán cada día poder descubrir nuevas
riquezas y bondades en esas inexplora -
das tierras, incluso es muy probable que
descubramos recursos que hoy en día
son críticos o escasos en ciertas regiones
del mundo. La explotación y distribución
de esos recursos lo más probable es
que sea motivo de confrontación. Sin
embargo, de la misma forma en que se
ha llegado a consenso para solucionar
problemas que en 1964 atentaban a la
flora y fauna antártica, que en 1972 aten -
taba a las focas antárticas, que en 1980
atentaban a los recursos vivos marinos
antárticos y que en 1991 atentaban al
medio ambiente, seremos capaces,
como seres humanos racionales y civili -
zados, de encontrar soluciones pacíficas
a cualquier discrepancia o conflicto que
se presente”.
ALTERNATIVAInternacionalización
Término del STA
EFECTOS PREVISIBLES - Difícil consenso regional y mundial ante este nuevo régimen.- Compleja situación jurídica en el Territorio Antártico.- Completa modificación o reemplazo del STA por otro tipo de acuerdo.- Inminente generación de conflictos y dis - putas.- Retroceso en casi medio siglo respecto a lo logrado a la fecha.- Vulnerabilidad e inestabilidad regional y mundial.- Desprotección de Estados débiles y lucha entre los más fuertes.- Desprotección del ecosistema y riesgo de contaminar una de las escasas regiones vírgenes y limpias del planeta.
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− Conclusiones.
El análisis de las
distintas fuentes men -
cionadas nos permiten
concluir lo siguiente :
ÿ La Antártica cons -
tituye una realidad
geopolítica, geoeconó -
mica y geoestratégica
imposible de desco -
nocer. Las reservas
naturales, las áreas
libres de contamina -
ción y fundamentales
para el equilibrio del
ecosistema, las líneas
de comunicaciones
aéreas transpolares, la
zona de confluencia de comunicacio -
nes marítimas en el Océano Austral y
la proximidad del Polo Sur al espacio
cósmico, constituyen sólo algunos de
los principales valores que encierra el
“continente blanco” y que son de inte -
rés para la comunidad internacional.
ÿ El STA es, si se puede expresar de esta
forma, la columna vertebral o el pilar
fundamental sobre el cual descansa
el orden, la cooperación y la solución
pacífica de cualquier tipo de conflicto
o discrepancia en materia antártica.
Prueba de ello son las tres conven -
ciones y el protocolo firmados en el
transcurso de los últimos 43 años.
Futuros acuerdos, convenciones o
protocolos serán la forma de solucio -
nar las diferencias que se produzcan
en el Continente Antártico.
ÿ Es muy importante reconocer y
resaltar la condición especial que
el TA impone a las reclamaciones
de soberanía. Constituye una de las
principales y trascendentales carac -
terísticas que lo diferencian de la idea
de “internacionalización” planteada
en el año 1984 por 22 de los 54 países
miembros de las Naciones Unidas. La
“soberanía” que impone el tratado
posee características especiales y difí -
ciles de entender si no
se estudia en detalle los
aspectos jurídicos del
continente. Sin embargo,
la internacionalización
y reconocimiento como
“patrimonio común de la
humanidad” planteada
en 1984 nos enfrenta -
ría a despedirnos de
cualquier posibilidad o
esperanza de reclamar
nuestros derechos sobe -
ranos sobre el territorio
antártico.
ÿ Una integración
regional en Sudamé -
rica con relación a los
intereses geopolíticos en la Antártica
es totalmente factible. De hecho, la
“Patrulla Antártica Naval Combinada”
entre Chile y Argentina que se realiza
todos los años desde 1998 ya es un
ejemplo concreto entre dos “países
puente”, que trabajan en conjunto
en las tareas de protección de la vida
humana en el mar y apoyo logístico
durante la época estival.
ÿ La península Antártica, como “puerta
de acceso al continente” posee tal
importancia geopolítica que cons -
tituye una oportunidad única para
incentivar una integración regional
en Sudamérica, particularmente entre
Argentina y Chile, en su calidad de
países puente a esa puerta antártica.
ÿ Las reclamaciones territoriales, los
intereses geoeconómicos, las ame -
nazas al medio ambiente y las pre -
tensiones hegemónicas pueden, sin
lugar a dudas, ser motivo de conflicto.
Sin embargo, las características que
definen el inicio del siglo XXI, como
el interés mundial de buscar la paz y
la cooperación, la interdependencia
generada por la globalización y la con -
ciencia cada vez mayor por proteger
el medio ambiente, son algunas de
las razones por las cuales se cree que
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ante un posible conflicto, la solución
se encaminará por la vía del acuerdo,
el dialogo, la mediación o cualquier
otra forma que solucione la controver -
sia y mantenga la paz en la región. Lo
anterior no implica que se desconoz -
can posibles conflictos en torno a los
problemas antárticos. Desacuerdos o
intenciones de hacer prevalecer intere -
ses particulares por sobre los de otros
es una conducta de la humanidad que
se manifiesta prácticamente desde sus
orígenes. Lo que se postula es que
estas controversias o desacuerdos en
el futuro van a ser solucionados por la
vía de la paz y la cooperación.
ÿ Finalmente es interesante analizar
la hipótesis planteada al inicio del
presente trabajo de investigación:
“Al igual que en los últimos 43 años,
el Continente Antártico continuará
fomentando la cooperación y el desa -
rrollo de la ciencia entre los Estados
sudamericanos”.
De acuerdo al análisis desarrollado
en el presente consolidado, podemos
concluir que la hipótesis planteada es
correcta. La Antártica posee recursos
aún no explorados, la ciencia, la inves -
tigación y la tecnología servirán para
determinarlos con exactitud el día en que
la humanidad requiera hacer uso de esos
recursos, los integrantes del STA debe -
rán buscar los caminos adecuados para
que prevalezca la paz y la cooperación.
Los Estados sudamericanos, especial -
mente Argentina y Chile tienen una alta
responsabilidad que cumplir, en su cali -
dad de países puente y como garantes de
la “entrada al continente blanco”.
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GEOPOLÍTICA SUDAMERICANA Y LA ANTÁRTICA
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