- Fecha de publicación: 01/12/2014.
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ENTRENAMIENTO DE LAS CAPACIDADES DE RESCATE Y
SALVATAJE
Jaime Andrés Pavez Curotto*
E
n los últimos cuatro años ha habido tres hitos
relevantes que han sido gravitantes en el
acontecer del Rescate y Salvataje institucional.
El primero fue el Terremoto y posterior Tsunami
del 27F y las lamentables consecuencias que tuvo
para el área de Talcahuano y muy particularmente
para ASMAR (T ), y en donde las actividades de
Rescate y Salvataje lideradas por el Vicealmirante
Giancarlo Stagno Canziani, permitieron recuperar
activos institucionales esenciales para la operación
del Astillero como principal centro reparador
de la Armada en esa zona. El segundo fue el
accidente sufrido por el avión Casa 212 de la
Fuerza Aérea de Chile, en donde se movilizaron
capacidades, tanto institucionales como externas,
con el común objetivo de encontrar a las víctimas
de ese fatal accidente. Finalmente, el tercer hito
fue la aprobación del “Manual de Buceo de la
Armada de Estados Unidos” como documentación
técnica en materias de buceo institucional, el cual
reemplazó al Manual de Buceo de la Armada, el
que tenía una marcada influencia de la Armada
española, la cual fue referente en décadas pasadas
para el buceo en la Armada de Chile.
Como consecuencia de la operación desplegada
en Juan Fernández, el Comandante en Jefe
de entonces, Almirante Edmundo González
Robles, estableció como objetivo estratégico
posicionar al Rescate y Salvataje de la Armada
como un referente a nivel nacional, con lo cual
* Capitán de Fragata. ING. NV.MC.BS. Oficial de Estado Mayor. Magíster en Ciencias Navales y Marítimas (A.G.N.). Magíster en Gestión de Organizaciones (UAI).
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se produjo una serie de acciones, mesas de
trabajo, proyectos, reuniones y documentos que
finalmente se materializaron en la creación de la
división CORSA en el Comando de Operaciones
Navales, encargado de direccionar los esfuerzos
institucionales en línea con el objetivo previo
establecido.
Históricamente el Comando de Rescate y
Salvataje (CORSA) obedeció a una orgánica
operativa, la cual se conformaba ante una
emergencia que demandaba la participación
de medios humanos y materiales; sin embargo,
en condición normal; es decir, sin una emergencia
activada, no existía una entidad que velara por
el entrenamiento y disponibilidad de estas
sensibles capacidades.
Un nuevo enfoque
Como un ejemplo de alineamiento vertical
organizacional, el nivel estratégico institucional,
autorizó incorporar al Centro de Entrenamiento
de la Armada la función Entrenamiento de Rescate
y Salvataje, lo cual se materializó por medio del
Manual de Entrenamiento de Rescate y Salvataje
de la Armada (M.E.R.S.A.), publicado a comienzos
del presente año.Este manual establece el Plan de Entrenamiento
de las Partidas de Salvataje de manera centralizada
y dirigida, reemplazando al histórico esfuerzo
independiente de cada una de las zonas navales por
mantener entrenadas y disponibles sus capacidades
de rescate y salvataje, que dentro de la totalidad de
funciones que ellas realizan, no necesariamente
contaban con el tiempo y personal calificado para
desarrollar funciones de entrenamiento en esta área.
El Plan de Entrenamiento establece como
objetivo principal definir las actividades, ejercicios,
frecuencias y estándares de aprobación, lo cual
permite alcanzar un grado de alistamiento
adecuado para sortear cualquiera de los siguientes
cuatro escenarios:
– Búsqueda, rescate y salvataje de unidades
de superfi cie y aeronavales siniestradas
en el área marítima de responsabilidad
nacional.
–
Búsqueda, rescate y salvataje de
submarinos siniestrados en el área marítima
de responsabilidad nacional.
–
Búsqueda, salvamento de vidas humanas y
rescate de equipos y activos fi scales de alto
sigilo, valor pecuniario o histórico.
–
Búsqueda, rescate y salvataje en espacios
confi nados y/o aguas contaminadas.
ESCENARIOS DE ACTUALIDAD: Entrenamiento de las capacidades de rescate...
nFigura Nº1: Proceso de entrenamiento de rescate y salvataje.
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El diseño del presente Plan de Entrenamiento
establece cuatro etapas, donde el énfasis del
sujeto de entrenamiento comienza desde el
individuo y equipo de buzos, hasta las capacidades
zonales integradas, que implica contar con un
grupo de mando y control que pueda sortear una
emergencia de Rescate y Salvataje que implique
la activación de un CORSA zonal.
Las etapas del actual proceso de entrenamiento
definido en el M.E.R.S.A. se detallan en la Figura
Nº 1.
La experiencia obtenida como Centro de
Entrenamiento al haber participado en procesos
de entrenamiento combinado de unidades de
superficie, junto al Command Mobile Sea Training
(CMST ) de la Armada Británica y en virtud de las
experiencias vertidas por los oficiales que han
estado en intercambio, fue posible generar una
estructura de entrenamiento validada, la cual
migró a las distintas divisiones y áreas que han
sido incorporadas al Centro de Entrenamiento
de la Armada.
Etapas del entrenamiento
Durante el presente año se realizó el
entrenamiento básico e intermedio de seguridad
a las Partidas de Salvataje de la I a y II a Zona Naval,
donde fue posible conocer el real estado del
personal y material para enfrentar eventuales
actividades de rescate y salvataje, lo cual permitió
estandarizar procedimientos, documentación y
aspectos administrativos necesarios para asegurar
las capacidades antes mencionadas.
Cabe precisar que la Etapa Básica de
Entrenamiento tiene una duración de cinco días,
teniendo como objetivo asegurar la adecuada
organización administrativa de la Partida,
como también, la instrucción y calificación
básica de los especialistas que componen una
Partida de Salvataje, lo cual permite asegurar
las capacidades para la operación en la mar. Al
igual que el proceso de entrenamiento en las
unidades de superficie, esta etapa se inicia con
un chequeo del material y seguridad (MASC),
herramienta que permite identificar falencias
de disponibilidad y seguridad del material,
que deben ser corregidas previo al inicio de la
etapa siguiente.
Esta etapa considera realizar un test físico, que
es requisito para efectuar la etapa intermedia
de seguridad, demandando un compromiso y
preparación individual, como también la ejecución
de un programa de acondicionamiento físico
periódico, incorporado dentro de las órdenes
diarias de las Partidas de Salvataje.
El programa de esta etapa considera la
instrucción en diversos aspectos del rescate y
salvataje, desarrollados por los mismos integrantes
dirigidos por los inspectores CORSA del Centro
de Entrenamiento. En esta fase se desarrollan
competencias y habilidades de comunicación,
que serán de utilidad en etapas posteriores para
desenvolverse como supervisores de buceo. Uno
de los temas tratados en estas instrucciones es
la revisión de los planes de rescate y salvataje
zonales, que permiten conocer el rol de las
Partidas de Salvataje durante la activación de
un CORSA como también, orientar el esfuerzo
en las etapas iniciales de cualquier operación de
rescate y salvataje, en donde se debe dimensionar
el esfuerzo en términos de personal y material,
de acuerdo a la información disponible de la
unidad que requiere asistencia.
La Etapa Intermedia de Seguridad tiene una
duración de ocho a diez días, dependiendo de
la partida de salvataje a entrenar, dado que las
capacidades de éstas no son las mismas, y teniendo
como objetivo lograr habilidades y destrezas en
aspectos de planificación, ejecución y supervisión
de las operaciones de buceo desde la perspectiva de
la seguridad. El programa de esta etapa considera
el desarrollo de 17 ejercicios evolutivos en términos
de complejidad y la integración de la Partida
de Salvataje con una unidad de superficie, que
idealmente debe ser la Plataforma CORSA de la
Zona Naval que está siendo entrenada. En la Figura
Nº 2 se aprecia a buzos de la Partida de Talcahuano
en chequeos de seguridad, previo al inicio de una
operación de buceo asistido.
Uno de los aspectos relevantes de esta etapa,
es la exigencia de un plan de evacuación que
permita trasladar en un breve plazo a algún
buzo que presente síntomas de enfermedades
de descompresión inadecuada (E.D.I) y deba ser
tratado en la cámara hiperbárica del hospital más
cercano. Esto durante las inspecciones realizadas
en Valparaíso y Talcahuano, permitió practicar el
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nivel de alerta del hospital durante operaciones
de rescate y salvataje que demandaron buceos
en profundidades de 25 m, además, fue posible
mantener un contacto permanente con los
oficiales de sanidad especialistas en medicina
de sumersión.
Cabe mencionar la exigencia durante la Etapa
Intermedia de Seguridad, de la Metodología del
Manejo del Riesgo Operacional (M.R.O.), que
tiene como objetivo reducir las probabilidades
de ocurrencia de los peligros identificados
dentro de una operación de buceo, y que ha sido
exigida a contar del año 2009 por el Comando
de Operaciones Navales para el desarrollo de
cualquier actividad operativa. En la Figura Nº 3
se muestra la metodología antes mencionada.La Etapa Intermedia Operacional tiene como
propósito integrar las capacidades de la Partida
de Salvataje y la Unidad CORSA, de modo de
conformar una eficaz Unidad de Rescate y
Salvataje, con capacidades para actuar en
cualquiera de los cuatro escenarios establecidos
en el nivel estratégico institucional.
La duración de esta etapa es de cuatro a cinco
días. A modo de ejemplo, la Partida de Salvataje
de Valparaíso será evaluada en capacidades de
trabajos submarinos a profundidades cercanas
a los 100 m, con la que no
cuentan las partidas de
zonas extremas y están
siendo incorporadas
durante el segundo
semestre del presente
año.
La última etapa del
entrenamiento definida
en el M.E.R.S.A. es el
Entrenamiento Avanzado,
cuyo propósito es verificar
las capacidades zonales
para conducir una
operación de rescate y
salvataje que demande
asumir la orgánica
CORSA.
Lecciones aprendidas
Las principales lecciones aprendidas y
orientaciones del entrenamiento para el personal
nFigura Nº2: Chequeo de seguridad previo a una operación de
buceo asistido liviano en Talcahuano.
nFigura Nº3: Metodología M.R.O. en cinco pasos.
ESCENARIOS DE ACTUALIDAD: Entrenamiento de las capacidades de rescate...
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de buzos durante este período fueron: reforzar
la planificación y los aspectos de seguridad que
deben ser considerados en la evaluación del riesgo
operacional y su control durante el desarrollo
de las actividades, debido a que existe una gran
cantidad de factores que son dinámicos. La Figura
Nº 4, en una estructura de proceso, presenta la
secuencia general exigida durante la planificación
y desarrollo de operaciones de buceo, en donde
se integra la Metodología de Manejo del Riesgo
Operacional planteada en párrafos precedentes:
El Manual de Buceo de la
Armada de Estados Unidos,
aprobado como manual de
referencia institucional en la
materia, fue una significativa
herramienta para guiar la
planificación y ejecución
de las actividades de
entrenamiento de rescate
y salvataje, dado que orienta
tanto en la selección de la
técnica de buceo como en las
particularidades a considerar
en cada trabajo a desarrollar.
Un ejemplo de esto es la
medición acuciosa de flujos
de aire de suministro en
operaciones de buceo
asistido, como también en
el cálculo de aire disponible
y aire requerido para buceos
autónomos, lo cual se aprecia en la Figura Nº 5.
Dentro de la instrucción realizada a las partidas en
el marco del entrenamiento, un énfasis importante
se realizó en el Plan de Rescate y Salvataje de las
zonas inspeccionadas, documento rector a nivel
zonal, que organiza y estructura la forma en que
se enfrentará un eventual rescate y salvataje, el
cual establece desde las distintas fases de un
salvataje, hasta la forma como se debe intercambiar
información entre la unidad siniestrada y los
conductores de la operación en el mando zonal.
Lo anterior contribuye a contar con información
adecuada y precisa, que permita planificar tanto
el apresto de una operación de salvataje como
la logística del personal y material, permitiendo
nFigura Nº 5: Desarrollo de cálculos de aire requerido en
operaciones de buceo asistido liviano.
nFigura Nº 4: proceso de planificación y ejecución de un trabajo
submarino.
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conciliar los medios disponibles con los necesarios
y, por ende, la necesidad de integrar medios de
otras zonas navales.
Un desafío importante como consecuencia
del proceso de entrenamiento realizado el
presente año, es la necesidad de revisar, alinear
y actualizar todos los documentos rectores del
rescate y salvataje, de modo que sea sustentable
la estrategia con la ejecución y el sostenimiento
de las capacidades de rescate zonales, que
finalmente son las capacidades con las cuales
cuenta la Institución.
Finalmente, el presente año se dio un importante
avance en la integración del Rescate y Salvataje al
Centro de Entrenamiento de la Armada, habiendo
desarrollado dos etapas del entrenamiento
definido en el MERSA a las Partidas de Valparaíso
y Talcahuano. Sin duda alguna el desafío que se
avecina es aún mayor, debido a la integración
de la capacidad de buceo profundo, lo cual
exige una gran precisión tanto en la formulación
presupuestaria como en la planificación de las
etapas operacionales y avanzadas, refrendadas
en los Planes de Actividades de las Zonas Navales
y Mandos Operativos. Esto permitirá que el
reciente esfuerzo por posicionar al rescate y
salvataje Institucional como un “referente a nivel
nacional” sea posible sostenerlo en el tiempo y
no quede como un esfuerzo aislado.
ESCENARIOS DE ACTUALIDAD: Entrenamiento de las capacidades de rescate...
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