EL CL. c<LATORRE» RECIBIO SU PABELLON DE COMBATE En forma solemne y con gran emoción de los presentes en la ceremonia se efe::­ tuó en el puerto de Valparaíso, a bordo del CL. "La torre", la entrega del Pabe­ llón de Combate al nuevo crucero incor­ porado a la Escuadra de Chile. La iniciativa de entregar el tradicional y glorio so Pabellón de Combate corres­ pondió al "Caleuche" de Santia g o, y el presidente de esta prestigio sa institución, que agrupa a los antiguos oficiales y ca­ detes navales, contraalmirante (R) don José Costa Francke fue el encargado de materializarla . En presencia de1 Comandante en Jefe de la Escuadra, contraalmirante don Da­ n:el Arellano Mac Leod, de los coman­ dantes de los barcos aue se hallaban al ancla en Valparaíso, y de los represen­ tantes del "Caleuche .. , el contraalmiran­ te (R) José Costa pronunció un discur ­ so llenó de emoción al entre gar el pabe­ llón al comandante del crucero, capitán de navío don Carlos Borrowrnan Sanhue­ za. Recibido el pabellón, se procedió a su bendición por el capellán, tras de lo cual, a los acordes de la Canción Nacional la bandera patria fue izada por el oficial más joven y por el suboficial más anti­ guo del poderoso buque de guerra. Cumplidas estas ceremonias, en medio del respetuoso silencio de los asistentes, que las siguieron con patriótica emoción, el comandante del crucero "Almirante Latorre", capitán de navío señor Carlos Borrowman, agrade ció el gesto cordial del ··caleuche" , con las siguientes pala­ bras: "Señor Comandante en Jefe de la Es­ cuadra, contraalmirante don Daniel Arellano Mac Leod, señor Presidente del "Caleuche", contraalmirante (R) don José Co sta Francke, señores caleuchanos presente, representantes de todos los ca­ leuchanos de Chile, Señores comandantes de los buques rnrtos en la bahía, tripulación del cruce­ ro "Almirante Latorre". Con profundo respeto y conmovidos por la emoción hemos escuchado las elo­ cuentes palabras del señor Presidente del "Caleuche" al hacer entrega, a nombre de la digna institución que representa, del Pabellón de Combate a e s te crucero que tengo el honor de comandar . Sus palabras, llenas de sentimiento patrio y recordándonos el espíritu guerrero del valiente y heroico marino, como asimis­ mo del diplomático y hombre público que fu era el vicealmirante don Juan Latorre Benavente. Su trayectoria en la vida fu e reconocida por la Armada, cuando a su muerte, rebautizó al más po­ deroso de los buques de guerra de ]a época con su nombre y aquel acorazado de silueta imponente lo llevó con orgu­ llo por más de 40 años, siendo la base de nuestro poder naval y la cubierta en que muchas generaciones de mar;nos tu­ vimos la suerte de forjar nuestro conoci­ miento de lo que es un verdadero buque de guerra. Con la adq uis ición de e ste cru cero , e l más moderno y poderoso de nuestra ac­ tual Flot a, la Armada nuevamente quiso ma ntener latente el nombre del hé roe de An gamos y Ud s. señore s caleuchano s, en un acto que refleja todo el espíritu de marinos qu e vibra emocionado en vues­ tros corazones , han demostrado, una vez más, el ~entimiento solidario a la s tradi­ ciones naval es y haciéndose partí cipes de !os se ntimientos de la Armad a han dona­ do a este crucero su Pabellón de Com­ b a te pa ra completar de es ta forma el es ­ píri tu del nombre que llevamos. 786 REVISTA DE MARINA El señor cape1lán, invocando el nom­ bre de Dios, dio su bendición al Pabe­ llón de Combate y en ese acto solemne conectó para siempre el casco de acero y su conten:do de hombres, maquinarias y armamentos a aquel espíritu que antes mencioné y que hará de este crucero no solamente una máquina guerrera, sino también el heredero de la valentía, del honor, de la inteligencia y de la astucia del almirante don Juan José La torre. Finalmente hemos presenciado como el pabellón fue izado lentamente al com­ pás de la Canción Nacional, guiado por las manos del oficial más joven y del suboficial más antiguo para simbolizar así, que cuando llegue el momento, esta- remos todos prestos a izarlo, pero nadie, jamás a arriarlo. Esto, señores lo juro por los actuales tripulantes y me atrevo a hacerlo por nuestros sucesores, porque serán también hijos de esta Patria nues­ tra y miembros de esta Armada gloriosa. Cadetes navales del romántico "Caleu­ che", ¡Tripulantes del "La torre": he de­ jado para el final el "Viva Chile" que estipula para este acto el Ceremonial Ma­ rítimo y les pido que ese gr'to de invo­ cación a la Patria sea coreado por todos: los que hoy vestimos uniforme y los que ayer lo hicieron orgullosos: ¡Viva Chile!".